Después de 17 años vuelven los
socialistas a gobernar Francia, colocando de presidente de
la República a Hollande que ha derrotado a Sarkozy. Aunque
más de la victoria de Hollande, se podría hablar de la
derrota de Sarkozy por el creciente descrédito de su figura
ante el pueblo francés.
La victoria de Hollande ha sido acogida, por los socialistas
españoles, como un gran triunfo de la izquierda en Francia,
celebrando esta victoria como corresponde. Naturalmente que
nada han celebrado la derrota de los socialistas en las
elecciones griegas, donde han pasado a ocupar el tercer
lugar. Cada uno es libre de celebrar, las cosas, como les
venga en ganas.
Indiscutiblemente, con la victoria de Hollande, se abren
nuevos tiempos en Francia y en el mapa político de Europa,
como dijo en su discurso el vencedor de las elecciones
francesas.
Hay que ver si Hollande logra estar a la altura de las
expectativas que ha creado en Europa o si no serán tan
buenas si no es capaz de entenderse con Merkel. Pues la
cohabitación de ambos dirigentes políticos es complicada, a
tenor de los pensamientos de cada uno de ellos, que tiene
formas diferentes en como relanzar a Europa.
Y esa cohabitación será complicada porque el nuevo
presidente francés ha rechazado los recortes sociales y ha
prometido la vuelta a la jubilación a los 60 años, la
actualización del salario mínimo, la reducción del peso de
la energía nuclear, la contratación de 60.000 nuevos
profesores y fuertes exenciones fiscales para las empresas
que contraten a jóvenes sin empleo.
Hay muchos analistas políticos que piensan que la política
propuesta por Hollande pude contribuir a que la UE
flexibilice sus exigencias hacia España en materia de
déficit. Cosa que, sin duda alguna, sería bueno para Rajoy,
pero aún es más importante esa ayuda que el nuevo presidente
francés pueda prestarle a Rajoy con la búsqueda de una
solución global para el problema de la deuda y su respaldo a
que el BCE siga aportando liquidez al sistema.
Las cosas, con la victoria de los socialistas en Francia,
tienen todos los condicionantes para creer que será
beneficiosa para España. Pues a esa victoria con los
pensamientos de Hollande de un nuevo giro en la política
europea hay que añadir que, esa victoria , facilitará un
buen entente entre Rajoy y Merkel, dado que son las dos
grandes potencias de centro derecha que han ganado las
elecciones en la zona euro.
Hay que recordar que el eje París – Berlín lleva funcionando
sin grietas más de dos décadas. Quizás por ese entendimiento
entre ambos países es por lo que Hollande suavizó algo su
discurso en las últimas semanas de campaña, dejando una
puerta abierta para un posible entendimiento con la
cancillera alemana.
Sea cual fuese la situación a la que llegarán Hollande y
Merkel en su próximo encuentro entre ambos mandatarios. Lo
que si es seguro que España se verá beneficiada del acuerdo
al que lleguen le tándem París – Berlín, en la línea a
seguir para sacar adelante a Europa. No se tenga duda alguna
que Hollande es un europeísta y luchará por sacar adelante a
Europa.
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