No fue un buen partido aunque si muy emocionante. No hubo
goles ni durante el tiempo reglamentario ni la prórroga,
pero los penaltis le dieron el título -segunda temporada
consecutiva- al San Agustín dirigido, por Felipe Morante.
Bader falló el último lanzamiento del Goyu-Ryu y el cadete
Damián marcó el penalti decisivo que le daba el título a los
colegiales.
San Agustín jugó como mejor sabe, fuerte defensa y salida de
presión y al contragolpe teniendo varias ocasiones. El Goyu-Ryu
tuvo más tiempo el balón en su poder en la segunda mitad y
también las mejores oportunidades, pero se encontró con un
Jaime Padial, portero, extraordinario realizando grandes
paradas y manteniendo a su equipo en el encuentro. Con
empate a cero terminó la primera mitad.
En el segundo tiempo, el San Agustín no cambió su estilo de
juego y apenas dio opciones a un Goyu-Ryu demasiado lento y
sin ideas para romper la defensa rival. Los colegiales al
contragolpe, tuvieron varias ocasiones. Con empate se llegó
a la prórroga.
Ni uno ni otro fue capaz de marcar y llegaron a la lotería
de los penaltis y en esa situación estuvo más acertado el
San Agustín, que logró el título por segundo año seguido.
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