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OPINIÓN - DOMINGO, 13 DE MAYO DE 2012

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES 7.


Hacía un mundo que yo no pegaba la hebra con Mohamed Hamadi “Tafi”. Quien siempre me ha caído muy bien. Tan bien que hubo una época en la cual acuciado por problemas físicos estuve muy pendiente de la evolución de sus dolencias. Hasta que un buen día me puso al tanto de su recuperación. De la que me alegré una enormidad. Y es que Tafi, apelativo por el que solemos conocerle sus amigos, se hace querer. Educado, donde los haya, amable, sin llegar a ser empalagoso, y dispuesto siempre al favor, es persona con la que se puede conversar sin que surja la discordia. Tafi me ha preguntado -hoy- por la corrupción en el fútbol. Ya que ha leído mi columna y quiere saber si es cierto cuanto se dice que sucede en un deporte tan universal como convertido ya en religión. Debido a la falta de referencias que existen. Y le he dicho la verdad. La que me fue posible conocer durante mis muchos años como profesional de un deporte que entusiasma tanto como polémica genera. Sí; en el fútbol existe la corrupción. Y quienes hacen uso y abuso de ella son los primeros que, cuando les toca sufrir las consecuencias, ponen el grito en el cielo. Y, claro está, acaban echando mierda sobre mierda. Tafi, que es de natural pacífico, me mira y, tras un instante de duda, opta por seguir su camino.

Martes. 8

En Pedro´s, establecimiento que suelo frecuentar, me tropiezo con Diego Sastre. A quien no veía desde hacía ya varios meses. Según él, la última vez que nos vimos fue en agosto. Vamos, que pronto se van a cumplir diez meses. Diego sigue cumpliendo años como los buenos galanes: sobrado de pelo pero encanecido hasta presentar una cabellera blanca donde puede hasta reverberar el sol. Después de diez meses sin decirnos ni pío, Diego y yo nos ponemos a charlar como lo que somos: dos amigos que siempre han procurado mantener esa amistad por encima de inconvenientes y de pensamientos opuestos. Mi amistad con DS viene de lejos: de cuando ambos trabajábamos en la misma empresa y él, además, andaba con la chaveta perdida por el arbitraje. Ya que Diego, por si ustedes no lo saben, dedicó sus mejores años a luchar por llegar a ser árbitro de fútbol destacado. En el empeño perdió salud y le robó tiempo a su necesidad de situarse en la vida. De cualquier manera, Diego siempre salió ileso de sus contratiempos. Por una razón muy sencilla: porque cuenta con un poso de estabilidad que le permite mirar la vida de frente y sin resquemores.

Miércoles. 9

Buen ambiente en los bares situados en la calle Jáudenes. Como ya viene siendo norma desde hace ya tiempo. Y es que, a pesar de la crisis, esa zona, cuando el mediodía ya se ha hecho tarde, se convierte en mentidero donde se hacen comentarios sobre lo que esté más de actualidad. Hoy tocaba hablar del partido entre Atlético y Athletic, correspondiente a la final de la Europa League. Y a mí se me ocurre decir que deseo fervientemente que ganen los colchoneros. Pues mis simpatías, cuando el Madrid no participa, están con los del Manzanares. Frente a mí, en el Bar El Mentidero, está Félix Riesco. El cual me fue presentado hace pocos meses y ya tengo la impresión de que lo conozco de toda la vida. FR es madridista. Y por nuestras conversaciones futbolísticas, cuando coincidimos, deduzco que chanela del asunto. Opinando del Atlético de Madrid, a mí se me ocurre hablarle de Santiago Orgaz Fernández, jugador rojiblanco entre los años cincuenta y sesenta, más conocido por el sobrenombre de Verde. Defensa de los que los extremos no cesaban de mirar hacia atrás con cierto canguelo, y además en posesión de una gracia indecible. A Félix le conté la anécdota de Verde con Franco. Al final de un partido del Teresa Herrera, en Riazor; trofeo ganado por los atléticos al Shalke 04 de los años cincuenta. Espero volver a contar lo ocurrido entre El Caudillo y Verde, en cualquier momento. Pues merece la pena recordarlo.

Jueves. 10


Todos los ministros, cuando reciben a los gobernantes locales en su despacho o cuando visitan la ciudad, dicen más o menos igual que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz: Ceuta es una parte de España a la que desde La Moncloa se tiene un aprecio y consideración “especial”. Y se quedan tan panchos. A partir de ahí, en cuanto se les recuerda las necesidades que hay de obtener ayuda para darle vida a cualquier proyecto que espera convertirse en realidad, no dudan en decir que están dispuestos a todo cuando haya dinero. Que corren malos tiempos y que hay que apretarse el cinturón. Últimamente, tanto Alberto Gallardón como Díaz Fernández han dicho lo mismo aunque con distintas palabras. Por tal motivo, no me ha extrañado que Juan Vivas haya decidido ya echar mano ante semejantes personajes de ese aire chancero, zumbón y cáustico que pocos le reconocen y que él suele administrar muy bien. Ya que el presidente de la Ciudad, cuando se lo propone, se ríe por lo bajinis de los señores más encopetados. Pues a ver quién es capaz de hacer burla fina con tanta sapiencia y disimulo. Me refiero a cuando le dice al ministro lo que debe transmitirle a Mariano Rajoy: que él, Vivas, está dispuesto a secundar cuantas decisiones tome el Gobierno de Rajoy por “difíciles que sean” para salir de la crisis. Y remata la faena con un desplante de valor incalculable: “Es momento de que toda la sangre acuda a la llamada del corazón”. Genial. La frase no hay quien la mejore. El problema es que a medida que los sacrificios vayan aumentando se irá comiendo cada vez menos y menos y menos… Y un día, no tardando mucho, la sangre no tendrá que hacer su tarea en el estómago. Por estar éste repleto de telarañas. Y ni siquiera el corazón, entonces, podrá funcionar. El mensaje de Vivas a Rajoy comienza con dosis de la mejor ironía y termina siendo un sarcasmo de premio.

Viernes. 11


Oyendo la radio, muy de mañana, me entero de que Sergio Lobera, entrenador de la Asociación Deportiva Ceuta, va a ser nombrado muy pronto segundo entrenador del Barcelona a petición de Tito Vilanova. Lo cual no deja de ser una gran noticia para un técnico joven y que llegó aquí dispuesto a comerse el mundo. Yo no sé nada del hombre nacido en Aragón. Pero nada de nada. Bueno, lo único que sé es que cuando llegó a Ceuta lo primero que dijo es que su equipo iba a jugar como el Barcelona. Lo cual taché de error. Por razones obvias. Ahora bien, dado que yo no he visto ni un solo partido del equipo, tampoco puedo asegurar que el juego de los ceutíes no haya sido trasunto del desarrollado por el conjunto azulgrana. Al margen de lo dicho, lo principal es que la noticia me ha causado satisfacción. Y me explico: el fútbol ha cambiado tanto, y para bien, como para que sea factible que un entrenador joven y con un historial poco relevante, pueda acceder a un puesto en el banquillo de unos de los mejores equipos del mundo. Por consiguiente, a mí solo me cabe felicitar a SL y desearle toda la suerte del mundo en tan grande empresa. Eso sí, como buen madridista, espero que el Barça quede siempre por debajo de mi equipo. Lo cual me parece de una normalidad apabullante.

Sábado. 12


Francisco Correro Tocón, vicario de Ceuta, durante dieciséis años, se nos va. Cargo de confianza, tras ser sustituido el obispo Ceballos, el nuevo obispo de la Diócesis, Rafael Zornoza Boy ha decidido que Correro Tocón sea relevado. Dieciséis años viviendo en esta ciudad son muchos años como para que el vicario no derrame lágrimas cuando le llegue el momento de la despedida. Lo normal es que le pueda la emoción en la hora del adiós. Pues Ceuta es tierra que atrapa a los peninsulares de modo y manera que cuesta lo indecible abandonarla. Si lo sabré yo. Con Correro Tocón no te he tenido yo, por poner un ejemplo, la amistad que mantuve -y mantengo- con Alejandro Sevilla. Pero tampoco es menos cierto que, incluso habiendo hablado con él lo preciso, siempre me ha caído la mar de bien. De él, de su paso por esta ciudad, conservaré el recuerdo de una persona que nunca trató de sermonear porque sí a quien no lo deseara. Agradable, fumador empedernido, y gran observador, supo eludir los ataques que en un momento determinado pusieron a prueba su fortaleza. Mi deseo es que la vida le sea grata en todos los aspectos.
 

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