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OPINIÓN - DOMINGO, 13 DE MAYO DE 2012

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

“Leopoldo y su colegio”
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

Problemas de salud de mi mujer, nos aconsejan, de inmediato visitar al médico. En esta ocasión, al neumólogo. Un antiguo conocido, con el que compartí aula: él como alumno y yo como maestro; el centro escolar, el “Convoy de la Victoria”, hoy “Santiago Ramón y Cajal”. El doctor, D. Leopoldo Domínguez Pérez.

Los compañeros del Doctor forman lo que se puede llamar la “generación del 68”, años en que nacieron. Elogian al centro y al sistema educativo al que pertenecieron: la E.G.B, Ley que fue impulsada por el Sr. Villar Palasí, Ley General de Educación General Básica a los 14 años (en estos días ha dejado de existir el Sr. Villar Palasí). Su ley, EGB, fue absurdamente suplantada por la LOGSE, con lo que, a partir de ese momento, empieza nuestro fracaso escolar.

Como ya hemos anunciado anteriormente, D. Leopoldo realizó todos sus estudios obligatorios en el “Convoy de la Victoria”. En principio, este centro no se iba a llamar así, ya que estaba previsto que se llamaría como la Sr. Directora, es decir, “Manuela Rusillo”, pero ella no lo permitió, proponiendo el de “Convoy de la Victoria”. Dª Manolita lo refería continuamente, consiguiendo convencer al Sr. Alcalde de aquellos momentos. Prefirió honrar al Centro con el recuerdo de la gesta protagonizada por las fuerzas adictas al General Franco, al cruzar el estrecho de Gilbraltar, bajo la advocación de la Virgen de África. Como todos sabemos, con los nuevos tiempos, pasó a denominarse “Santiago Ramón y Cajal”.

Cuenta Leopoldo que “tras superar la Primera Etapa (hasta 5º de la EGB) afloraron en mi los habituales nervios de pasar a la 2º Etapa, donde la fama y “corrillos de recreo”, la hacían como mucho más dura y exigente. En mi caso, fueron suavizados por el hecho de continuar con la misma tutora del curso anterior”.

Recuerda nuestro alumno cómo transcurrió la realización de la primera prueba escrita con el responsable del Área de Ciencias Naturales, maestro que daba una imagen de mucha seriedad, con un gran bigote. “Me obligó a realizar una prueba, que yo ya había hecho, con buen resultado, desconfiando del mismo y me invitó a repetirla, en su mesa, para controlarme más”. El desconfiado maestro había salido escarmentado porque cursos anteriores, le quitaron del llavero una llave del cuartillo donde, en una vieja multicopista preparaba las pruebas. Este hecho sucedió unos años antes, y como mi hermano vivió ese hecho, pensaba el maestro de Ciencias que ¡Todavía había llaves por ahí! Así que, reconoció el maestro que yo había sido víctima de aquella situación porque anteriormente mi hermano pudo haber participado en la sustracción del llavero”.

Leopoldo, ya desde la escuela, tenía un firme proyecto de ser médico. Así lo ponen de manifiesto aquellos compañeros y compañeras que compartieron y disfrutaron con su amistad. Destacaron: Susana, María Hormigo, Magdalena…

De la categoría del grupo, lo pone de manifiesto una de las compañeras que también realizó sus estudios de Bachillerato, después de terminar la E.G.B “El Colegio, en el capítulo de maestros –también se les llamaban profesores-guardamos un recuerdo de eterna gratitud. Agradecimientos para todos ellos, que consiguieron, con su trabajo y dedicación que se cumplieran todos los objetivos propuestos. Un recuerdo muy especial para el Profesor de Matemáticas y Física y Química. Con respecto a la primera materia, pasan de “pared vertical a ser colina”. En Química, con sus apuntes de formulación, para mi eran “incunables”, tanto es así que volví a usarlos en el Bachillerato. Y no era de extrañar que el Instituto, se comentara que los alumnos del “Convoy” fuesen los mejores preparados.

Lamentablemente suele suceder que una vez que nuestros alumnos dejan el colegio, resulta complicado realizar un seguimiento de cada uno de ellos. Es el caso de Leopoldo, que si bien te llegan noticias de sus actividades, de la realización de sus estudios, de la finalización de la carrera emprendida y, posteriormente de sus actividades laborales, con él me llevé una agradable sorpresa al identificarlo en un encuentro sorpresa, donde la casualidad tuvo mucho que ver. Acababa de llegar a Ceuta, ya casado y con su hija. Después, encuentros motivados por problemas de salud y el ejemplar comportamiento con nuestra familia, en especial cuando la madre de mi mujer estuvo hospitalizada en el hospital Cruz Roja.

D. Leopoldo es un cualificado médico, especialista en Patología del Aparato Respiratorio. Es responsable de la Unidad de Neumología del H.U.C.E. Es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada. Ha realizado la Tesis Doctoral en Dermatología (Univ. De Granada), Master de Alergología; Especialista en Neumología en Lisboa (Universidad Nova).

Colaboró en nuestro libro, “Un antes y un después”, donde tuvo una valiosa participación, recordando a su Colegio y exponiendo sus vivencias.

En la fotografía que insertamos, Leopoldo se encuentra en la parte superior de la misma. Es fácil de identificar: lleva gafas. El grupo está presidido por la tutora, Sta. Pepita Pérez. Se trata del 6º A. Por supuesto que a la misma se han añadido otros alumnos de grupos distintos. Se observa en la misma que “todavía” había alumnos y alumnas que llevaban el uniforme escolar o parte de él.
 

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