La parcela que la Ciudad ha ofrecido al Ministerio del
Interior para la construcción de la Jefatura Superior de
Policía Nacional es uno de los puntos en los que han
proliferado las construcciones ilegales. Sin embargo,
barriadas como el Recinto Sur, la Almadraba o Pasaje Recreo,
se ven afectadas también por estas prácticas de ocupación de
terrenos públicos.
La parcela que la Ciudad ha ofrecido al Ministerio del
Interior para la posible construcción de la Jefatura
Superior de Policía Nacional es uno de los puntos en los que
han proliferado las construcciones ilegales. En estos
últimos dos años, EL PUEBLO ha informado de varios
asentamientos. La primera ocasión fue el 20 de julio del año
2010, cuando este diario denunciaba la ocupación del mismo
lugar, una parcela de 15.000 metros cuadrados clasificada
como zona verde. Una parte del solar pertenece a la Ciudad y
la otra, a Defensa.
Hace menos de dos años estaba siendo “parcelada” e incluso
se cercaron varias partes para construir viviendas. En
aquellos momentos, la Administración local anunció que
disponía de un nuevo procedimiento para detener las obras
ilegales. Tal y como informaba este diario en julio de 2010,
el artículo 139 del Código Penal, el primero del Título XVI,
establece penas de cárcel por delitos de “construcción no
autorizada” en terrenos públicos. Además, las entidades
locales disponen para la persecución de estas infracciones,
de Ordenanzas Reguladoras de la Discicplina Urbanística como
la que la Ciudad reformó en 2010 previa autorización de la
Asamblea y con el fin de “agilizar” el procecimiento, se
explicaba entonces. La normativa entró en vigor el 16 de
julio al publicarse en el Boletín Oficial de la Ciudad. En
aquel momento, la respuesta tomada por el Ejecutivo local
fue “rápida”, según subrayaba el presidente Juan Jesús
Vivas, en la edición de este medio del 29 de julio de 2010.
Las excavadoras entraron a derribar estas construcciones que
disponían de unas vistas privilegiadas al mar en una zona
que, según el Plan Especial del Príncipe, está clasificada
como zona verde y de equipamiento deportivo.
La parcela se ‘limpió’ y también se derribó poco después una
vieja vivienda de una planta y un almacén anexo lleno de
basura en Los Rosales. En el caso de zonas clasificadas como
verdes, algo que ocurre en los aledaños del centro de
menores San Ildefonso, la ocupación de estos terrenos está
tipificada no como una simple falta o infracción, sino como
un delito.
En mayo de 2012, la situación ha cambiado. Desde el Gabinete
de Comunicación se negó que en los terrenos hubiera
ocupación ilegal a pesar de que en las imágenes de la visita
del ministro se observara lo contrario.
Si Interior decidiera construir la Jefatura en esta parcela,
habría que derribar las viviendas que se encuentran fuera de
ordenamiento, como ocurre en algunas que se encuentran
dentro de la vaguada. Estas construcciones han causado que
haya tan sólo un acceso en el que a duras penas puede caber
una persona. No sólo este lugar del Príncipe se ha
convertido en una zona habitual de este tipo de actividades.
Este diario denunció el pasado 3 de mayo que los infractores
parecen no haber tomado nota de loas anuncios tanto de la
Ciudad como de la Delegación del Gobierno respecto a la
“intensificación” del control de la disciplina urbanística.
A pesar de estos anuncios, cada vez son más las zonas
innaccesibles para las fuerzas de seguridad y los servicios
de emergencia, tal y como ya han manifestado los propios
residentes en varias ocasiones, quienes sí cumplen la ley.
Barriadas como el Recinto Sur sufren una situación similar y
el presidente de la asociación de vecinos, José María
Romero, explicaba ya a principios de mes que los residente
viven rodeados de viviendas ilegales. También consideraba
que se hacía la “vista gorda” por parte de las dos
administraciones y solicitó que, si se toman medidas en
cuanto a la regularización de obras en el Príncipe, tendría
que ocurrir en el resto de barrios. También Pasaje Recreo o
la Almadraba se ven afectados por unas prácticas que
incomodan al resto de ciudadanos.
|