El discurso del nuevo Jefe
Superior ha respondido a todas las expectativas ya que era
esperado con una gran expectación y podemos afirmar que no
ha defraudado. Completo repaso por las modalidades
delictivas, acostumbrado como está en Andalucía a bregar y
batallar con bandas de kosovares, mafias albanesas, las
temibles bandas de rumanos... ¿Qué no conoce un Jefe que ha
estado al mando de las unidades de toda la Costa del Sol, de
las mediterráneas en su totalidad y de las atlánticas de
zonas “calientes”? ¿Se le va a hablar de gran delincuencia
internacional organizada? De hecho viene de una Autonomía
que no es precisamente pacífica en cuanto a zonas
conflictivas y ahí se ha movido mejor que pez en el agua,
según los andaluces “Mélida tiene arte” y Ceuta va a ser
para él, cómo es para todos aquellos que venimos de trabajar
en zonas que no son precisamente balsas de aceite, lo más
parecido al paraíso terrenal. Eso sí, aquí todos se alarman
mucho por no demasiado, quiero decir que no existen en esta
supervigilada y controlada ciudad esos supuestos espantosos
de los asaltos de las bandas del Este a las casas con sus
moradores dentro y desplegando una crueldad inaudita. Ni
tenemos, gracias sean dadas a Dios, “supermercados de la
droga” entre chabolas y depósitos de chatarra. Tampoco nos
han dejado sin luz por robar el cobre. Ni los butroneros
hacen maldades y los aluniceros revientan escaparates. El
ciudadano ceutí es BB “básicamente bueno”, algún “perlilla”
hay y de cuando en cuando salta un episodio trágico, pero ni
Palmilla, ni Castañetas, ni los Asperones, ni la Cartuja, ni
asentamientos de chabolas, ni...
Ni autopistas para huir tras perpetrar un hecho delictivo. Y
a los delincuentes no les gusta tener que esperar el barco.
Y menos aún el puerto de Algeciras, con el malaje que tiene
la Policía y la Guardia Civil de allí. Y tal vez las
estadísticas del aumento de delitos puedan hacer dudar, pero
si quitamos de las estadísticas las diarias aprehensiones de
droga en los controles aduaneros con el concurso de los
astutos y profesionales guías caninos, las cifras se
derrumban. De hecho es sabido que la crisis y el nacimiento
de unos nuevos pobres ex clase media ha llevado a muchos ha
meterse en lo que nunca jamás se hubieran metido, que es el
trapicheo. Y está cayendo gente normal, no delincuentes con
floridas hojas de antecedentes y encima en un tipo de
delitos donde no se aprecia jamás la atenuante del estado de
necesidad. ¡Lástima de gente y lástima de adonde nos han
llevado esos hijos de Lucifer! Pero, diabólicos aparte,
existen prioridades factibles que no pasan por fastidiar a
la población enclavando una nueva comisaría donde Cristo
pegó las tres voces, cuando está el hermoso banco de España
en lastimoso desuso con unas instalaciones que son un primor
para una comisaría central con categoría. ¿Que cuáles serían
mis prioridades? Pues clausurar los calabozos de la actual
comisaría porque no reúnen condiciones para alojar a
personas y la Constitución prohíbe expresamente las torturas
y tratos inhumanos y degradantes. Eso sí, para albergar a
terroristas, pedófilos, asesinos sanguinarios y violadores,
sirve cualquier boquete, pero con los nuevos delitos de
tráfico y la manera de llevar en Ceuta el tema del maltrato,
donde cualquier denuncia sin pruebas ni fundamento “Me ha
mirado y hay orden de alejamiento” lleva a un hombre a
dormir a la sombra, esos calabozos no son de recibo. Jefe:
¡clausure los calabozos!
|