Juan Luis Aróstegui ha dado muestras, una vez más, de ser un
experto en tropezar mil veces con la misma piedra. En la
rueda de prensa ofrecida ayer reconoció que el mayor error
de Caballas se encuentra en su estrategia de comunicación,
para un segundo más tarde arremeter contra todos los medios
de comunicación de ciudad.
Pero el contradictorio “mea culpa” de Aróstegui es
totalmente infundado, porque no sólo ha fallado su modo de
comunicar sino que, él y su mensaje, son el fallo y el error
en sí mismo considerados. Porque todas sus iniciativas han
tenido y tienen eco. Me refiero a “eco en los medios”. ¿O es
que puede acusar Coalición Caballas a los medios de
comunicación de haberles hecho el vacío informativo? Porque
se puede hacer. No asistiendo a las convocatorias y
silenciando por sistemas cualquier noticia relativa a la
Coalición en general y a Aróstegui en particular. De hecho
quien “no aparece no existe” puro marketing. Pero ese no ha
sido el caso. Prensa, radio y televisión han asistido
fielmente a sus convocatorias, incluso a aquellas de cada
jueves del mes donde no se ofrecían novedades ni noticias
sino que se limitaban a exponer su programa para las
municipales, sin tener que molestarse en contratar
publicidad para darlo a conocer.
El principal problema de la Coalición Caballas por lo tanto
ha sido el contenido de sus mensajes, planteamientos, ideas,
propuestas, proyectos e iniciativas y la manera de
exponerlos. Aróstegui acusa al PP de haber puesto “toda la
carne en el asador” durante las últimas elecciones cuando la
carne en el asador la ponía el propio Aróstegui y su
imitador Alí, cada vez que abrían la boca, en plan
provocador o “provocón” arremetiendo contra todo y contra
todos. ¿O es que es de recibo haber iniciado la campaña de
las municipales llamando a los votantes del PP “racistas”
entre otras lindezas?
Y es que Aróstegui tiene la lengua muy larga y las
entendederas bastante cortas ¿O es que se pensaba que se iba
a funcionar a base de resignación cristiana y “Síndrome de
Estocolmo”? ¡Y una leche! La grimosa y almibarada corrección
política de quien “ni habla ni responde, no vaya a ser que
digan que...” se fue con la “nave del olvido”, eso se los
deja a los “maricomplejines” del Lourdes Lingüístico, que
los hay. Al igual que en los grupos políticos y con ideas
políticas bien definidas existen personas que no se
caracterizan precisamente por su comedimiento, a saber,
existen marquesas y existen poligoneras, de todo ha de haber
en la viña del Señor.
Para pensamiento único la izquierda y para uniformidad los
chinos de cuando Mao, que parecían fotocopias. En el caso de
los medios de comunicación de esta ciudad, uniformidad bien
poca.
¿Que siempre se ha considerado enormemente satisfecho de su
propio ingenio y agresividad verbal? Mal rollo la
autocomplacencia, porque luego llegan otros lanzando
cántaras de mala leche en resmas de papel impreso y la cosa
se “contrarresta”. La mejor manera de no ser objeto de
contraataque está en no atacar. Y si atacas y te responden,
mejor no lamentarse, porque eso es caer en el victimismo.
Porque si alguien ha puesto “la carne en el asador” ha sido
el chef Aróstegui. ¡Allá él si se le han quemado los
pinchitos morunos!
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