Lo bueno, si breve, dos veces
bueno. Y en el lenguaje jurídico se recomienda ser “breve,
conciso y explicativo” para evitar y obviar exceso
verborréicos, más que verbales. Pero está visto que los
Plenos, sirva como muestra el de ayer, se han convertido en
una especie de competición muy “de cara a la galería” donde
todos tratan de mostrar y demostrar sus dotes oratorias. Y
hay quien las tiene, pero otros carecen de ellas. ¿El mejor
de la jornada? El Consejero Gregorio que resulta muy parco
en palabras pero muy generoso en fundamentos. No sí el
Consejero Marquez que se lanzó a una especie de lección
magistral sobre el tema de los pisos cómo dación en pago de
la hipoteca, un tema muy trillado, ampliamente debatido en
tertulias televisivas y totalmente inapropiado para plantear
en un Pleno donde son procedentes los problemas locales,
pero no es el foro para debatir asuntos nacionales, esos al
Congreso y al Senado, a Ceuta lo que es de Ceuta y a Madrid
lo que es de Madrid.
¡Ojalá se pudieran debatir en los Plenos de la Asamblea
incluso las reformas legislativas! ¡Y ojalá tuviéramos
transferidas las políticas penitenciarias cómo los
catalanes! Pero hay lo que hay y no es prueba de excesivos
conocimientos el tratar de llevar a la Asamblea asuntos que
son competencia del Gobierno de la Nación y cuyo foro de
debate son las dos cámaras. ¿Cómo va a rechazar el Gobierno
de Ceuta los Presupuestos Generales del Estado cuando en
Ceuta la mayoría absoluta es del Partido Popular? ¿Cabe
propuesta más absurda, obtusa y chambosa? ¿O es que están
llamando a una especie de desobediencia cívica siguiendo la
estela de la izquierda y de sus sindicatos que quieren ganar
en las aceras lo que perdieron en las urnas?
Y a veces la sensación imperante es que la oposición
“sobreactua” y que se podría llevar a cabo el experimento de
una sesión de Pleno “sin cámaras”, garantizado que el
dramatismo de muchas intervenciones se quedaría en una
argumentación monocorde porque sin televidentes el tema
resta muchos enteros de apasionamiento.Culpable los
Consejeros del PP de “entrar al trapo” y extenderse en
explicaciones y disertaciones lógicas sobre temas cuyo
planteamiento es claramente ilógico. Mejor abreviar y dar
cómo respuesta un “Propuesta o interpelación improcedente” y
¡A votar! Porque de lo contrario se dan alas a la exposición
de temas irrelevantes que parecen especialmente diseñados
cómo excusa para “hablar y escucharse” “¿Van a arreglar las
aceras? Sí, pero primero demoleremos los edificios ilegales
para no conculcar la legalidad ni promover la desigualdad
con el resto de España. Lo que me perdí, mea culpa, es la
interpelación E.2.5 “relativa a la explicación de las
razones por las que se mantuvo el alumbrado público
encendido durante la jornada de mañana del día 29 de marzo”
¿Constatan la importancia primordial del asunto para el
futuro inmediato del crecimiento de la economía ceutí?
Interpelación trascendente pero incompleta ya que no se
pidieron explicaciones del por qué en el semáforo de calle
Independencia no se ilumina el muñeco verde que permite
pasar a los peatones, ni tampoco de las medidas a adoptar
contra los excrementos de las palomas en la Plaza de los
Reyes. No se puede vivir en la anarquía, con luces que
permanecen una mañana encendidas, semáforos sin colorines y
cacas de palomas. Y ante cada nadería un Consejero que se
afana en argumentar gastando el tiempo y la saliva en
contestar a cada sandez. ¡!.
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