Una cosa son los recortes, el
ahorro y el gasto “con cabeza” para optimizar los recursos y
cumplir con los objetivos de déficit y otra muy distinta
amargar a los ciudadanos hurtándoles ratos de ocio y de
contento. ¿Qué se creen los Gobernantes? ¿Qué van a hacerse
los ejemplares en plan “cagaíta de la paloma” quitando luces
ornamentales y abreviando los días de feria para “ahorrar”?
Mísero ahorro de “el chocolate del loro” por nosotros que al
loro le den perejil y que reviente (el perejil es veneno
para los loros y los guacamayos) y si no tienen perejil que
se lo roben a algún San Pancracio de los que ponen en los
negocios para atraer la prosperidad.
Y en Ceuta hay que ser especialmente cuidadosos con las
sensibilidades de la ciudadanía que ha votado
abrumadoramente a una opción de “cambio” precisamente para
que “cambien” los conceptos y se acabe con los abusos y las
arbitrariedades. Porque quien no cambia no avanza. ¿Un
ejemplo de evolución y de progreso? Precisamente podemos
encontrarlo en el emergente país vecino en el que han
inaugurado en Rabat un Zoológico maravilloso de especies
africanas con un coste de 41 millones de euros, que ya son
millones, pero es que, hoy por hoy, el Reino de Marruecos es
infinitamente más rico que el Reino de España. Preguntarán
la relación entre los gastos millonarios en infraestructuras
que se están llevando a cabo en el país vecino y las luces
ornamentales y la feria de Ceuta, relación evidente ya que
esta ciudad atrae al turismo de compras marroquí que viene a
gastar sus buenos dineros, porque tienen más capacidad
adquisitiva que los españoles y deben encontrar una ciudad
abierta, bien iluminada en las fiestas y con las máximas
fiestas posibles porque el jolgorio es un gran atractivo
turístico. El quid de la cuestión está en publicitar la
feria al máximo y mostrarla cómo la más fiestera y la más
divertida. De ahí la importancia de la feria de día porque
es cuando más luce y mejor se pasean los trajes de faralaes,
se almuerza en las casetas y se hace el paseo de los
caballos en plan “caireles de plata fina, señoritos de
postín” porque el colorido, la música, el folklore y la
animación venden y de lo que se trata es de potenciar el
consumo y de que circule el dinero.
De hecho y conociendo el carácter y las mañas de Carracao,
raro será que no se haga eco de los foreros que andan
clamando por una feria de día, al menos mejor que la de
Málaga y la de Marbella, lógico que no se acepten ni
disculpas ni excusas onegetistas, porque ni los Gobiernos ni
los Ayuntamientos son oenegés sino empresas que están
llamadas a gestionar dineros que no son públicos, porque los
Gobernantes no fabrican los billetes con una fotocopiadora,
sino dineros particulares y muy sudados que van a la perola
común para que, desde allí, se administren con prudencia y
sabiduría y sin cabrear a los contribuyentes. Lo que viene a
ser que los dineros repercutan directamente en quienes los
han sudado y currado, repercusión en calidad de vida, en
buenos servicios, en mejores infraestructuras y siempre
desde la premisa de “el que paga manda” y sin olvidar que
para buenas obras existe un apartado en la declaración de la
renta para entregar una cantidad a la Iglesia o a cualquier
institución caritativa. Así el paganini tacha la casilla y
dona su óbolo a quienes lo necesitan. El resto es para bien
gestionar y si la ciudadanía quiere más feria, atender a su
voz que es voz soberana y ordenar feria de día y de noche.
24 horas de feria ¿Por qué no?
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