Nuestras trompetas ya no se escucharan ante las murallas de
Jericó. Ahora nuevas murmuraciones, surgirán entre los
afiliados al Partido Popular de Ceuta, sobre acontecimientos
tristes y penosos, que sufriremos aquellos que no apoyamos
al poder impuesto y establecido. ¡Es la congoja amarga de
los perdedores!. ¡Ya lo sabíamos, cuando empezamos nuestra
lucha y lo aceptamos!
Son de esta manera, muchas las insinuaciones que recibimos
para que ya expulsados, depongamos nuestra actitud, para que
no nos enfrentemos al poder impuesto, para que no
contribuyamos a exasperar los ánimos, para que no nos
embarquemos en ninguna lucha, para que no…y para que no… ¡En
fin, que son muchas las cosas que nos dicen que no hagamos y
que simplemente exigen que nos adocenemos humillándonos ante
lo inevitable! Y es esto, nada más, lo que ha presidido el
trazado programa electoral del Congreso al Partido Popular
de Ceuta que se nos ha impuesto.
Y ya son muchas las murmuraciones de injustas y destempladas
amenazas que tumultuosamente todos los días recibimos
aquellos que nos agrupamos alrededor del anterior presidente
electo en el último Congreso y a quien muchos quisimos dar
nuestro voto: “Don Pedro Gordillo”.
De esta manera, se nos presentó una batalla sin previa
declaración de guerra ni normas. Y no existen, en las
conocidas e insípidas responsabilidades de los nombrados
para el congreso, otras herramientas de lucha que no sean la
del temor general a la revancha, que aplicarán a los
opositores. Por eso, es simplemente un terror general lo que
se pretende infundir desde su ¿Alta…? posición y cargo.
Consecuentemente, procuraremos que sus verdaderas
intenciones no penetren entre los que no ignoramos las
personales ambiciones de los vencedores.
Ellos, los casi ya nombrados responsables, no cabe duda,
procuraran exterminar a aquellos sobre los que sospechen que
no defienden sus propios intereses. Pero, no nos engañemos,
esto es simplemente una ostentación de sus medios y fuerzas
para asustar. ¡Es la verdadera cantinela de los ingratos,
hacia los necesitados lo que hacen!. Por eso, sus acciones y
palabras, llenas de veneno, intentaran abrasar con sus
dolorosas picadas a los demás, buscando que todos corran
hacia su lado, como único refugio de su ira y saña. Mas, a
algunos no nos sorprenden ni nos asustan sus perversos
acometimientos.
Por ello, creo que debemos responder de una vez por todas. Y
los que nos hemos situado al lado de Pedro Gordillo, deciros
que fue por razones de todos conocidas en las que primaba la
defensa del partido popular. ¡Las razones de un partido de
ideología popular, y nada más!. Era la ventaja que poseíamos
los que no necesitamos de una soldada para seguir
sobreviviendo con nuestros ideales, y por ello no tendrán
efecto alguno en nosotros los medios que utilizaran para
desanimarnos.
Nosotros, hemos fijado ya nuestro campamento en la quietud
de la espera. Y aun cuando sigan intentando rodearnos por
todas partes, con recelos y enemistades, en la seguridad y
satisfacción de que luchamos por algo tan necesario como lo
es la supervivencia de nuestro partido como tal, nos
mantendremos fuertes y seguros. Ya que esta sola idea impide
que desfallezcan nuestros corazones ante sus seguras
amenazas.
Ya distan pocos días para el congreso regional del Partido
Popular de Ceuta. Y aunque las huestes de los nombrados
responsables, hayan aumentado sus fortificaciones y
conseguido prevenirse de nuestras trompetas, nosotros
también estamos prevenidos de sus artimañas. Y por ello, en
orden de batalla, después del profundo silencio al que hemos
sido condenados, seguiremos tocando todos juntos con nuestro
sonido frente a sus murallas, interrumpiéndolo de tiempo en
tiempo, hasta que estas se derrumben estrepitosamente ante
nuestros ideales y esperanzas.
Porque, si de una cosa estamos seguros es que ellos jamás
imaginaran que sus murallas puedan derrumbarse dando
silenciosos paseos a su alrededor y tocando las trompetas de
vez en cuando. Porque aquí y ahora habrá de suceder lo que
sucedió en Jericó. Y en la proximidad de los próximos
acontecimientos inevitables, y ante nuestros gritos de
recuperación de lo que es nuestro, alguna vez caerán sus
armados muros.
Porque, esta es una forma más de acabar con el anatema que
sufrimos los verdaderos afiliados y simpatizantes del
Partido Popular de Ceuta. Ya que no nos sentiríamos dignos
de ser afiliados a un partido fuerte, si no pensásemos en
defender sus ideales.
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