Una sensación agradable para el bebé y la relajación de la
madre son los principales beneficios que escuchar música
aporta a las mujeres embarazadas. Así lo explicaba ayer
Lucía García, matrona del centro de salud del Recinto. La
sanitaria es estudiante de música y ha organizado, a través
del Ingesa (Instituto Nacional de Gestión Sanitaria), un
concierto en el Conservatorio Profesional de Música de Ceuta
para mujeres embarazadas. El recital, que se celebró ayer,
fue ofrecido por los docentes del centro. Fue precisamente a
su profesora de lenguaje musical, Laura Riveiro, a la que le
propuso la idea.
Aunque lo que ayer se ofreció fue música tranquila -”Para
relajar a las mamás”, explicaba la profesora-, la matrona
matizó que cualquier estilo de música es “beneficiosa” para
los bebés, tanto en la barriga de las futuras mamás como a
partir de su nacimiento. “Cualquier etapa del crecimiento
debe estar acompañada de la música, es ideal que empiece en
la etapa fetal y que después se le estimule cuando es bebé
con canciones y juegos musicales”, agrega. “Hay muchos
estudios que explican que la música tiene muchos beneficios
para el desarrollo y que influye en la psicomotricidad”,
añade.
García explica que la capacidad auditiva aparece desde las
30 o 32 semanas de gestación, aunque la sensación que recibe
la mujer desde épocas anteriores, también es percibida por
el bebé aunque no sea de manera auditiva.
Además si esta “experiencia piloto” funciona, la profesora
planteó la posibilidad de repetir el recital con otras
embarazadas. Todas ellas pertenecían al programa de
educación para la maternidad que desarrolla el Ingesa.
Latidos del corazón
Además, la matrona midió la frecuencia cardiaca de los bebés
de las futuras once mamás , tanto al comienzo como al final
de cada fragmento, con el fin de cuantificar la actividad
producida tras el sonido de cada canción. Los movimientos en
el vientre materno durante el transcurso de la música
demostraron que el bebé reacciona ante los estímulos
sonoros. “Ya desde el vientre, el feto percibe el sonido del
ritmo cardiaco de la madre o el sonido respiratorio, lo que
les prepara ya a percibir y reaccionar ante la música. Es
muy curioso como los bebés con seis o siete meses suelen
moverse al oír música; en definitiva, bailan sin que nadie
les haya enseñado. Eso nos hace pensar que la música o el
ritmo es algo que llevamos dentro, es algo que sentimos ya
antes de nacer”, concluyó la matrona.
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