El secretario de Organización del Partido Socialista (PSOE)
de Melilla, Francisco Vizcaíno, anunció durante el
transcurso de la jornada de ayer miércoles que cuando su
formación política regrese al Gobierno central, volverá a
modificar la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo del
PP que, a su juicio, no es sino “una máquina de destruir
empleo”.
De hecho, Vizcaíno ha asegurado que esa será la primera
reforma que los socialistas lleven a cabo cuando vuelvan a
contar con la confianza de la mayoría de los españoles.
Mientras tanto, ha asegurado que el Grupo Socialista en las
Cortes Generales trabaja “intensamente” para modificar esta
medida Popular, e incluso se plantea presentar un recurso
ante el Tribunal Constitucional.
El dirigente socialista considera que la reforma laboral
llevada a cabo por el PP “es injusta” porque, entre otras
cosas, deja en manos de los empresarios lo que hasta ahora
estaba sujeto al acuerdo y negociación con los trabajadores,
y ello sin olvidar, ha dicho, que establece el despido libre
para algunos tipos de contratos. “Además, con la destrucción
de 400.000 puestos de trabajo en el primer trimestre del
año, casi las dos terceras partes de todo lo previsto por el
Gobierno para 2012, se ha constatado que esta reforma
laboral no es lo que necesita España”, ha dicho.
Francisco Vizcaíno ha dejado claro que el PSOE se va a
oponer “con todos los mecanismos democráticos, políticos y
jurídicos, a que se sigan desmantelando las relaciones
laborales y a que se rompa el equilibrio entre empresarios y
trabajadores”, advirtió.
Respecto a la situación económica general, el socialista ha
recordado que en el último trimestre de 2011 el país estaba
en un crecimiento del 0,7 por ciento del Producto Interior
Bruto (PIB). “Era un crecimiento débil, pero la previsión
del Gobierno del PP es que disminuye, entramos en recesión y
la economía decrece un 1,7%”, ha lamentado.
Por todo ello, el dirigente socialista ha hecho una
encendida defensa del diálogo social “que ha roto el
Ejecutivo de Mariano Rajoy”, y ha puesto como ejemplo que
“es la primera vez en democracia que en las reuniones de los
interlocutores sociales previas a una reforma laboral “no ha
participado ni una sola vez el Presidente del Gobierno”.
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