La presidenta de la ‘Asociación pedagógica Francesco Tonucci’,
Mar Romera, es una de las mayores expertas en educación
infantil a nivel nacional. A sus casi 20 años como maestra
de Infantil y Primaria se añaden su experiencia como
propesora del Ciclo Superior de Formación Profesional de
Educadores Infantiles y la colaboración en la formación
permanente de la Asociación de Centros de Educación Infantil
en Andalucía. Su máxima en la enseñanza es “la defensa de la
dignidad de la infancia”. Desde ayer y hasta mañana se
encuentra en Ceuta dando un curso sobre experiencias
docentes que acoge el CPR. Para ella suprimir cualquier
incentivo a la educación infantil es un error: “cuanto más
aportemos a la infancia, mejor será el futuro”.
La eliminación del programa de apoyo a la educación de 0 a 3
años ‘Educa3’, una iniciativa que se puso en marcha en 2008
con el objetivo de ofrecer una Educación Infantil “de
calidad en la etapa 0-3 años a la vez que se da respuesta a
la necesidad que tienen las familias de conciliar la vida
familiar, personal y laboral” mantiene a la comunidad
educativa inquieta por lo que podría suponer un “retroceso”
en la formación de la infancia desde su edad más temprana.
Educadores, padres y sindicatos han criticado esta medida
del Gobierno, ya que según han matizado estos últimos “se
podrían perder los avances que tanto han costado”.
A propósito del seminario que imparte estos días en Ceuta,
(Construir Escuela: Hacer practicando, practicar haciendo),
la psicopedagoga y presidenta de la ‘Asociación Francesco
Tonucci’, Mar Romera, dio ayer cuenta de algunos de los
motivos por los que la educación en los niveles más bajos
tiene una importancia clave en el desarrollo de una persona.
“La etapa de 0 a 8 años , no solo de 0 a 3, sino también
Infantil y primer ciclo de Primaria son las más importantes
de la vida de cualquier persona, es el momento en que se
constituye todo el fundamento y la estructuración a nivel de
metacognición, o neurobiología”.
¿Esto significa que la escuela es imprescindible desde el
primer año de vida? Según explica Romera, no lo sería si en
el seno familiar y la comunidad en general, todo el mundo se
ocupara de la educación de los niños, algo que dados los
condicionantes sociales y económicos del siglo XXI no
ocurre. “Por eso desde ese punto de vista la escuela de 0 a
3 no debe ser un lugar donde ‘aparcar’ a niños o niñas para
conciliar la vida laboral y familiar, sino todo lo
contrario”. Romera defiende este periodo no como una escuela
de contenidos, sino “de aprendizaje, de afecto, de juego,
pero estructurado y sistematizado para el momento más
importante en el desarrollo de cualquier persona, porque es
de 0 a 3 cuando se construyen los pilares”.
“Tal y como dice Thoman, el desarrollo es inversamente
proporcional a la edad cronológica. Es decir, todo lo que se
puede conseguir con una persona de 0 a 3 años no es
‘conseguible’ nunca más en la vida, por tanto la escuela en
este momento debería ser un lugar de estímulo, donde se
generen los patrones básicos de la psicomotricidad, el
lenguaje musical, artístico, el lenguaje creativo, y por
supuesto del lenguaje oral y escrito tal y como lo
entendemos “. Romera defiende que este tipo de educación
solo la pueden llevar a cabo personas formadas, “y mucho”.
Se busca un sitio que vaya más allá de responder a las
necesidades básicas de los niños, “es obvio que eso es lo
primero, pero es importante que cuanto más aportemos a la
Infancia, mucho mejor será el futuro que nos depare, es
probable que todas las circunstancias sociales muy tristes
en las que estamos en el futuro sean peores si no nos
ocupamos de la infancia. El tesoro los tenemos en ella a
todos los niveles”, afirma. Así, tal y como les explicó a la
repleta sala de docentes del CPR en la tarde de ayer, no
solo es necesario poner a su disposición todos estos
importantes estímulos al alcance, sino que además, hay que
escucharlos: “Los niños son la gran minoría callada, la que
todo el mundo utiliza sin preguntarles. Ellos tienen la
respuesta”.
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