Parece que el tiempo no acompañó
por lo general a la continuación de las manifestaciones con
las que Rubalcaba y los sindicatos verticales tratan de
“ganar” en las calles lo que han perdido en las urnas. ¿El
espíritu del 1 de mayo descafeinado y ligth? en efecto, por
más que proclamen que “ahora más que nunca” habría que
preguntar a esos mismos sindicatos que arman ahora la
revolica, las razones por las que, en los últimos años y
mientras la economía se derrumbaba, no han salido a las
calles.
Y la respuesta de que “no iban a morder la mano que les daba
de comer” es más que evidente. Así mientras los parados se
multiplicaban, la crisis no tocaba ni subvenciones, ni los
dineros para los cursos de formación, ni los golosos puestos
de los liberados sindicales. Lógico que ahora se encuentren
llenos de aprensión ante el incierto futuro de sus
privilegios y en cierta manera viviendo de la benevolencia
del Gobierno de Mariano Rajoy que parece mirar hacia otra
parte (que conste que el Partido Popular nunca ha contado
con asesores que sepan asesorar en condiciones, miren a
Arriola y a Arenas en Andalucía) y el pueblo soberano está
ansioso porque se informe sobre “cuanto, cómo y de qué
manera” subvencionó Zapatero a las grandes centrales, por si
acaso o por malsana curiosidad.
Que los sindicatos han perdido credibilidad es bastante
notorio y que la política que potencie a sindicatos
absolutamente independientes de la teta del Gobierno resulta
imperativa es algo que, tarde o temprano se tendrá que
abordar. Al igual que tendrán que abordarse las cuentas del
anterior Gobierno y exponerlas a la opinión pública y del
Gobierno de ZP ir derivando hacia las Autonomías, porque hay
que escarbar mucho más hondo que los simples ERES de la
Junta de Andalucía. ¿Para cuando una buena inspección y
exposición de los años de Gobiernos Nacionalistas en el País
Vasco?.
Queda mucho por hacer y aún más por regenerar hasta que
pueda manifestarse de forma auténtica que “ha llegado el
cambio”. Y esa regeneración no puede ni debe centrarse de
manera casi exclusiva en medidas económicas y en recortes
necesarios para ahorrar, sino que nadie se quedará tranquilo
hasta que no se explique públicamente cómo se ha dilapidado
el patrimonio de la era Aznar. Y de paso que nos expliquen,
con motivo del pasado 1 de mayo y dado que los banqueros no
salieron probablemente a manifestarse por el trabajo, cómo
se explica que, pese a la ruina, los grandes bancos pueden
repartir entre ellos suculentos dividendos y “seguir
ganando”. ZP permitió que la Banca pusiera de rodillas a los
españoles. Y las débiles medidas y consejos de “buenas
prácticas bancarias” formuladas por el Gobierno del PP son
cualquier cosa menos coercitivas. No es así. Si no se
otorgan créditos blandos y fluyen los dineros, esto no va a
remontar. ¿Saben que el Código Penal español es uno de los
escasos ordenamientos jurídicos que no contemplan y castigan
el delito de “usura”? En Italia lo penan con tres años de
prisión cómo media. Aquí no existe, lo que significa que los
españoles estamos totalmente desprotegidos e indefensos ante
prácticas usureras en plan “consiga 3.000 euros por teléfono
y sólo en 24 horas”. Medidas económicas, ahorro, recortes,
los grandes sindicatos reivindicando y no pidiendo perdón
por haber sido los grandes “consentidores” el Fiscal General
sin pronunciarse, la casa sin barrer, los bancos sin dar
créditos y la usura sin penalizar. ¿Para cuándo el cambio?.
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