Juan M.G., un ceutí de 70 años de edad, ha sido condenado
por el Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta a seis meses de
prisión por quebrantar una orden de alejamiento de su
esposa.
El hombre, que aparenta más edad y cuyo físico sugiere
debilidad y enfermedad crónica, aceptó la condena, que no le
supondrá entrar en prisión de no ser que vuelva a delinquir
en un plazo de dos años.
El hombre, muy duro de oido, tuvo que ser aproximado por la
Policía Nacional, que le custodiaba, hasta la mesa del juez,
ya que es muy duro de oido. Tras declararse culpable del
delito, también fue condenado a 90 días de trabajos a
beneficio de la comunidad por un delito de amenazas.
Igualmente tiene la prohibición de no acercarse ni ponerse
en contacto con su esposa en un plazo de dos años.
Dado el evidente estado de senectud del interfecto, el juez
le advirtió con insistencia de que no debe acercarse al
domicilio donde reside su esposa. Es más, le indicó
explícitamente que aunque le telefoneara su esposa o su
hijo, hiciese caso omiso a cualquier sugerencia de que se
aproximase siquiera al domicilio, puesto que volvería a ser
detenido y juzgado.
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