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OPINIÓN - DOMINGO, 29 DE ABRIL DE 2012

 

OPINIÓN / SNIPER

Marruecos: “La Primavera Árabe no ha terminado”
 


José Luis Navazo
yebala07@yahoo.es

 

Está todavía aquí y bien puede retornar de un momento a otro”, advertía éstos días el jefe de gobierno marroquí y secretario general del partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), el islamista Abdelilah Benkirán. El mismo domingo 22 y junto a sus ministros Baha y Khalfi, Benkirán mantuvo un importante encuentro con el Rey, en el transcurso del cual el joven soberano Mohamed VI recordaba la obligación de “respetar la Constitución”, llamando la atención sobre el “pluralismo lingüístico, cultural y político” del país... Por su lado el jefe del Ejecutivo marroquí matizaba: “La monarquía tiene hoy mismo necesidad de ver a los ciudadanos -y no solamente el PJD- aspirar a reformas y hacer los sacrificios que sean precisos para ello... Pues los reyes no están siempre rodeados por las personas que precisan. Pueden encontrarse en su entorno adversarios que serían los primeros en abandonarlos”. Por lo demás, el aviso de Benkirán está en sintonía con lo que éste escribano del limes viene señalando: por un lado, el proceso de reformas abierto en el Magreb y el mundo árabo-islámico hace un año no ha terminado, si bien ha sido el islamismo político en sus diferentes formulaciones el que ha parecido llevarse el gato al agua... Por otro y como se ha recordado más de una vez en esta columna, ¿no son acaso los cortesanos la ruina de muchas monarquías?, como constató el 14 de abril de 1931 camino del exilio el rey Alfonso XIII.

Una de las claves del aviso de Benkirán, “La Primavera Árabe no ha terminado”, es evidente: el proceso en Marruecos, en barbecho y mantenido hoy de forma alambicada y testimonial por la izquierda extraparlamentaria, puede relanzarse y superar a ésta y sus proyecciones ideológicas generalmente convergentes con Europa, si vuelve a desembarcar en el mismo la amplia “familia islamista”: desde los adilistas de Justicia y Espiritualidad (formación a caballo entre el sufismo y los Hermanos Musulmanes) al salafismo radical, sin olvidarnos del otro Islam “tapado” en Marruecos, el shiísmo, con más presencia soterrada de la que parece. ¿La Monarquía…? Sin duda además de poseer la legalidad y buena parte de la legitimidad religiosa (¿alrededor del 60%...?), seguirá movilizando al Islam tradicional marroquí, plasmado en el morabitismo, las zauias y cofradías de corte sufí como, entre otras, la Buchichiya y la Tiyanía.

Pero profundizando un poco más, ¿en realidad a quién está dirigido el aviso de Benkirán…? Recordemos que el 19 de febrero de 2011 y a última hora, fue el propio Abdelilah Benkirán en su papel de secretario general del PJD quien vetó la asistencia de la “chabiba” (juventud) de su partido a la gran manifestación de Rabat, en la que sin embargo participaron importantes parlamentarios del PJD como el actual ministro de Justicia y Libertades, Mustafá Ramid, por cierto éstos días amenazado de muerte por un grupo terrorista (Attawhid Wal Yihad), lo que ha obligado a Ramid a reforzar su seguridad mientras se veía, contrariado, “privado de mis desplazamientos en tren” (Mustafa Ramid es “casaui”, casablanqués para entendernos).

Hay movimientos de fondo en el campo islamista marroquí: desde la creación de nuevos partidos políticos abiertamente salafistas (neosalafistas son, históricamente el Istiqlal y también más marcado el propio PJD), a la eventual legalización de la formación del jeque Yassin, Justicia y Espiritualidad. Por su parte el ministro de Asuntos Islámicos y Habús, Ahmed Taoufiq, refuerza el “Islam oficial” (aumentando en 300 dirhams el sueldo de los imames), mientras prepara una batería de respuestas al anárquico mercado populista de“fatwas” como las promulgadas desde Casablanca por el obseso y descarado imam Zanzami y en Marrakech el oscuro, turbio e inquietante Mohamed Maghraoui, mentor de una clandestina y encubierta “policía religiosa”. Que Alláh nos pille confesados. Visto.
 

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