La remodelación del Gobierno que acaba de hacer, sin cumplir
un año de legislatura, el jefe del Ejecutivo Juan Vivas,
tiene lógicamente una serie de lecturas que conviene
matizar, más allá de las explicaciones que se dan de manera
oficial para justificarlas.
En principio, quien era un verdadero “superconsejero” por la
cantidad de competencias que asumía en los últimos años,
Francisco Márquez de la Rubia, de cuya preparación y
dialéctica no se puede dudar, se ha visto sustancialmente
modificada tras compatibilizar desde hace dos años, sus
tareas en el Congreso de los Diputados con sus funciones en
el Gobierno local y, dado que no tenía el don de la
ubicuidad, precisó cierto apoyo, como la designación de José
Diestro como director general de Finanzas y Presupuestos
para atenuar la dedicación en el área de Hacienda.
Parece obvio que simultanear las funciones de diputado en el
Congreso y Consejero de Hacienda, que esa dualidad ha
estresado demasiado a Francisco Márquez que mantenía una
intensidad de trabajo excesiva. Por ello, ya se venía
rumoreando el cambio que ahoa se produce: asumir la
Consejeria de programación y Relaciones con la
Administraciones a su cargo, lo que demuetsra que, sin
tantas zozobras de viajes semanales, Márquez de la Rubia por
el conocimiento que tiene de de los temas que competen a esa
nueva área y su cercanía para atenderlas, dada su condición
de diputado, está en una condición estratégica para
desarrollar su labor de manera efectiva. De esta manera, el
seguimiento y coordinación entre las distintas áreas de la
Ciudad, convierten a Francisco Márquez en un auténtico
corresponsal político en Madrid, utilizando su cercanía con
los ministros y las altas instancias políticas.
No podemos olvidar ni dejar de lado, los eficientes
servicios de Márquez antes de esta remodelación. Recuérdese
su tarea en el área de Hacienda y en Recursos Humanos, su
portavocía en el partido, al igual que su gestión con
proveedores, su confección de los Presupuestos, el Plan de
Ajuste encauzado, el Plan Aparca y todo un cúmulo de
intervenciones que le hicieron imprescindible y un pilar
básico para Juan Vivas.
Guillermo Martínez, que siempre fue un pilar en el Gobierno
de Juan Vivas y muy vinculado a Francisco Márquez, asume
Economía, Hacienda y Recurso Humanos. Tres áreas de enorme
importancia, y aunque pierde Fomento que es otra área de
relieve con el Plan General de Ordenación Urbana a la vista,
no es menos cierto que, dada la conflictividad generada por
los “recortes” y las medidas de ajuste económico, la
relación con los sindicatos y, por tanto, el área de
Personal, adquiere una importancia indiscutible. Otorgarle a
Guillermo Martínez estas competencias, no sólo demuestra que
para Vivas es un hombre de máxima confianza sino también
capaz y válido para desempeñar las funciones encomendadas.
Yolanda Bel es el otro pilar del Gobierno actual. La número
2 “ de facto” en el Ejecutivo, no sólo ostenta la Consejería
política por antonomasia, sino también Gobernación con mando
sobre la Policía Local y Empleo, un área muy sensible, que
le otorga verdadera carta de naturaleza y una relevancia
indiscutible, sin olvidar su condición de presidenta del
Consejo de Administración de la televisión pública.
Susana Román adquiere una nueva dimensión al asumir la
responsabilidad del área de Fomento, con el Plan General de
Ordenación Urbana a la vista y tras su paso por Menores,
Juventud y Deportes, lo que viene a indicar muy a las claras
que el presidente Juan Vivas tiene mucha confianza en su
capacidad y le da la confianza de afrontar una labor
fundamental para el desarrollo urbanístico de Ceuta en un
sector con muchísimos intereses de todo tipo.
Adela Nieto, por otra parte, sale un poco del ostracismo en
el que parecía encontrarse, y vuelve a adquirir fuerza
política. Juan Vivas la sitúa como responsable del área de
Menores, la Residencia de Mayores, mercados, servicios
funerarios y transportes, sectores muy próximos al ciudadano
en el día a día y que en algunos de ellos, Adela Nieto ya
tuvo responsabilidades políticas.
La cartera que hasta ahora asumía Susana Román, a excepción
de Menores, la toma Premi Mirchandani que será titular de la
Consejería que aglutina Juventud, Deporte y Festejos. Tres
áreas con indudable trascendecia pública y en sectores muy
cercanos al ciudadano para los que se requiere actuaciones
de carácter inmediato y muy vinculadas a los jóvenes, así
como al gran público en los referido a las fiestas.
En conclusión, Juan Vivas trata de impulsar su nuevo
Ejecutivo, sin coste económico, reorganizando áreas,
reubicando a sus componentes, en la búsqueda de un refuerzo
de cara al nuevo horizonte que la coyuntura política impone
motivado por la crisis económicas y las medidas que han sido
necesarias adoptar.
Se da cambio de peones en el tablero político, aunque la
personas de máxima confianza siguen siendo las mismas.
Francisco Márquez, Guillermo Martínez y Yolanda Bel, aunque
el primero queda un poco más lejos en su contacto diario con
el Presidente, pero no por ello, relegado, ya que pisará a
diario, las alfombras del poder.
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