Mustafa Ahmed Abdeselam ha quedado
en libertad con una fianza de 6.000 euros en las Diligencias
Previas que se siguen desde un principio en el Juzgado de
Instrucción nº1 de Ceuta y que fueron remitidas en su día a
la Audiencia Nacional, por si pudiere existir una banda
organizada responsable de dos alijos distintos y en
diferentes fechas, tesis esta refutada por la propia
Fiscalía del Juzgado Central de Madrid que consideró que
eran hechos distintos y personas diferentes sin que obraran
pruebas bastantes de vinculación entre ellos.
Así, lo que comenzó cómo una macrooperación policial se
desglosó en dos causas independientes, apareciendo Tafa
Sodía tangencialmente relacionado con tan sólo una de ellas,
pero sin un papel relevante y esas mismas actuaciones,
siempre contando con la minuciosa instrucción llevada a cabo
y tras la aportación de una serie de testimonios y medios de
prueba relevantes para la defensa, han motivado, con informe
favorable del Ministerio Fiscal, que se fije una fianza de
la cuantía ya señalada.
Y esta decisión habla muy favorablemente de la independencia
judicial y de la capacidad de jueces y fiscales de no
dejarse influenciar por quienes se empeñan en “estigmatizar”
a determinadas personas negándose de por vida a “pasar
página” respetando la capacidad innata del ser humano para
aprender de los errores y evolucionar. En este caso concreto
una causa que comenzó y fue publicitada a bombo y platillo
con banda organizada y alijos de por medio y aparentes
ramificaciones en Portugal, han resultado ser dos causas
totalmente distintas y en lo referente al factor
internacional con las costas portuguesas y las detenciones
allí llevadas a cabo, resulta tan forzado e inconsistente
que ni se ha desplazado a Ceuta la normal Comisión Rogatoria
integrada por inspectores portugueses para tomar aquí
declaraciones a los imputados.
Parece evidente que lo que sucedió en Portugal y la
aprehensión allí llevada a cabo nada tiene que ver con los
encausados en el tema de Ceuta. Sin querer faltar al respeto
al trabajo de nadie ya que cada cual lo hace lo mejor que
sabe, todo este supuesto puede acabar en “mucho ruido y
pocas nueces”, pero lo que parece excesivo ha sido el tiempo
de privación de libertad sufrido por Mustafa Ahmed Abdeselam.
Y también chirría el Sistema cuando personas que, en su
momento fueron calificadas de FIES dentro de los Centros
Penitenciarios (fichero de presos de especial seguimiento)
que es el grado reservado a los peligrosos o incómodos (el
empresarios Juan Antonio Roca y todos los malayos fueron
calificados FIES, como terroristas) siguen siendo FIES sin
causa que justifique un régimen tan cruel y restrictivo.
Mientras, el Gobierno pone en pie de guerra a la sociedad
proponiendo hacer “cursos de reeducación” para los etarras
sanguinarios, los yihadistas y los mafiosos violentos, a
quienes los maestros enseñarán a ser buenos y a tener buen
comportamiento. ¿Se pueden tener ideas más obtusas?
Chirría el que un padre de familia que ha podido cometer
errores pero que no es un terrorista, se vea condenado a una
chambosa pena mientras que se diseñan “cursos educativos”
para trasladar cerca de sus casas a los etarras que digan
que ya no son terroristas y que se van a portar bien. Mucha
inventiva para quienes organizan masacres y ponen para
negociar cientos de asesinatos sobre la mesa y mucha
indiferencia para el preso común. Todo el Sistema puede
considerarse en cuarentena y los únicos que ofrecen cierta
sensación de seguridad y de confianza, son los jueces y los
fiscales independientes que hacen su trabajo de forma
rigurosa, sin dejarse influenciar, aplicando la ley, la
Jurisprudencia y los principios constitucionales con
rectitud. La libertad con fianza de Tafa Sodía,
perfectamente motivada y argumentada es pura expresión de la
indepencia judicial.
|