La administración pública busca,
de forma denodada, fórmulas que permitan ahorrar dinero.
Entre las medidas adoptadas por la Ciudad Autónoma están,
según reveló ayer el Gobierno, el reforzamiento del control
de las bajas y de las horas extraordinarias que realizan sus
trabajadores. En el caso de las incapacidades temporales, el
descenso ha sido de hasta el 60%. Hace tres años, la media
de días que un empleado público de baja pasaba sin
reincorporarse a su puesto era de 43 días, mientras que en
estos momentos es de 18. Por su parte, el recurso de las
horas extraordinarias se mantiene sólo para servicios que se
consideran prioritarios. Se trata de medidas que más que
coyunturales deberían pasar a formar parte de la cultura
laboral y económica de nuestro país.
|