El Gobierno de la Ciudad ha cerrado el ejercicio de 2011
“con un nuevo déficit presupuestario”, pues la diferencia
entre derechos y obligaciones es de 6 millones de euros,
según denuncia Caballas. Este déficit “se suma al del
ejercicio 2010, siempre negado por los responsables del
Gobierno”, afirma en una nota. Para la coalición, el Plan de
Ajuste aprobado en marzo ha sido “sólo una pantomima” del
Ejecutivo.
El Gobierno de la Ciudad ha cerrado el ejercicio de 2011
“con un nuevo déficit presupuestario”, pues la diferencia
entre derechos y obligaciones es de 6 millones de euros,
según denuncia Caballas. Este déficit “se suma al del
ejercicio 2010, siempre negado por los responsables del
Gobierno”, afirma en una nota.
Para la coalición, las cifras “reflejan la irresponsabilidad
del Gobierno y son una prueba palpable de que el discurso
sobre la contención del gasto y la austeridad es una pura
falacia que se utiliza exclusivamente como propaganda”. “El
Gobierno mantiene inalterados -asevera- todos sus costosos
mecanismos electorales que implican un enorme gasto público
sin repercusión efectiva en la vida de los ceutíes”.
Este nuevo déficit “demuestra que el Plan de Ajuste ha sido
sólo una pantomima, papel mojado, para conseguir el préstamo
para pagar facturas y ganar tiempo; pero no existe la
voluntad real de racionalizar la gestión económica”.
Los datos son los facilitados a Caballas de la liquidación
del Presupuesto. “Como en ocasiones anteriores”, se teme que
la “versión” de la Ciudad “volverá a ser que el resultado ha
sido de superávit, como ya hizo en 2010, aunque al final se
demostró que era incierto, incumpliendo el principio de
transparencia, uno de los criterios fundamentales que debe
tener cualquier administración pública”. Caballas afirma que
“la única forma de que las cuentas puedan dar como resultado
superávit es mediante el ‘maquillaje’, suprimiendo del
resultado final los gastos u obligaciones correspondientes a
ejercicios anteriores, los cuales de estar contabilizados
bajo el principio de devengo (“uno de los principales
principios contables”, aclaran) estarían reflejados en sus
correspondientes ejercicios y por tanto debidamente
presupuestados. “Las obligaciones y los derechos se
contabilizan en el momento de realizarse con independencia
de cuándo se ingresen o paguen”, algo que no ha ocurrido
aseguran, “en gran parte de las facturas del Plan de pago a
proveedores”.
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