A la Ciudad no le queda otro
remedio más que atajar, de una vez por todas y de raíz, la
ocupación de suelo público que se viene dando con más
frecuencia de la necesaria y de la que se da luz pública.
Aquí, también, tenemos un nuevo problema y, además,
preocupante, desde hace mucho tiempo, en ciertas zonas del
territorio de Ceuta, por lo que al Gobierno de la Ciudad, si
no quiere que esto sea una constante, no le queda otro
remedio que atajar y cortar de raíz esta situación.
Naturalmente, el Ejecutivo afrontará esta situación, tan
anómala como vergonzosa, con nuevas fórmulas legales, que
nadie se explica por qué no se han llevado a cabo antes.
Antes de nada, se tiene que ampliar la ley y se tiene que
cumplir para, de ahora en adelante, evitar que se sigan
produciendo usurpaciones de terrenos públicos.
Parece que aquí todo el problema con el que se encuentran
los órganos representativos de Ceuta está en encontrar unas
fórmulas que permitan atajar ese problema, cuando surge, que
es con demasiada frecuencia.
Para el presidente de la Ciudad este problema no es algo que
el Gobierno de la Ciudad haya descubierto ahora. ¡¡Mejor
fuera!!.
Según el propio Juan Vivas es una cuestión que preocupa,
desde hace mucho tiempo, pero es algo que se va a afrontar
ya y esperemos que con carácter definitivo.
Y entramos en los capítulos jurídicos y de normativas, no sé
si realmente a tono con la época en la que vivimos o
trasnochadas, porque según el propio presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta “el problema fundamental es que la
normativa no nos permite una actuación lo suficientemente
ágil para que se corte de una vez por todas en el momento en
el que aparece”.
Esto es lo preocupante, o puede ser, si la interpretación de
Juan Vivas es así, a tono con las leyes, que estarían más a
favor del que delinque, que a favor del interés público.
Aquí puede ampararse la Ciudad para esa lentitud o ese no
actuar en casos que ahí están y que son conocidos por todos.
Así pues, la administración local busca los mecanismos y
fórmulas para que en el momento en el que se inicie una
construcción, en terreno así, se pueda actuar de una forma
inmediata.
No me gustan estas explicaciones y menos me gustarán si son
tales como se vienen manifestando y que no llevan a una
rápida eliminación de todo el problema.
Y entramos en un terreno, cuando menos, complicado, al
decir:” Esa sería la situación, porque ya tenemos mecanismos
para la detección”.
No me gusta nada todo esto, si es que, hasta ahora, no había
ni modo, ni personas que, desde el primer instante,
desconocían esas construcciones, en unos terrenos que no les
pertenecían.
Y ya es hora, pero se han puesto muchos medios para que una
vez que surge o se inicie una construcción ilegal se
detecte. Algo nuevo hay, antes no se enteraba o no se quería
enterar nadie, ahora, por lo menos, ya sí.
Partiendo de aquí, existe el compromiso de seguir apostando
por que ese tema tenga una solución rápida y definitiva,
para dejar de lado esa situación en la que cada cual podría
apoderarse de aquello que viera como más conveniente.
El suelo público, mucho, se ha ocupado de una forma
irregular. ¿Se recuperarán esos terrenos?
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