Ya era hora de que regresaran nuestros visitantes favoritos!
La llegada del buque ruso con 325 tripulantes ha sido
recibida cómo agua de mayo (y eso que estamos en
abril).Hasta el tiempo parece haberse confabulado en parte,
porque sin hacer la temperatura normal en un mes de abril
del sur, al menos no caen chuzos de punta que es lo que ha
estado pasando en las últimas semanas a modo de
confabulación metereológica para dilatar el invierno y
fastidiar la nueva temporada de las boutiques. Rectifico. El
mal tiempo parecía responder a alguna admonición de ZP que,
tirando de su grimorio de cabecera, ha hecho alguna macumba
para perjudicarnos “aún más” y en vez de sacrificar a un
pollo blanco cómo el los ritos afrocaribeños ha preferido
utilizar a un faisán.
Pero con los rusos, que son la única y última esperanza de
Europa, ha llegado “algo” de bonanza, con viento incómodo y
racheado, pero para los fríos que tienen ellos en sus
preciosas estepas esto debe ser cómo un veranillo temprano,
de hecho se les veía en mangas de camisa, despojados de las
chaquetas del uniforme y haciéndose fotos en los lugares
emblemáticos.
¿Habrán inmortalizado veces a nuestro apolíneo Hércules para
enviar las instantáneas a sus familias de San Petersburgo?
¡Para que luego digan que los rusos no van más que a
Marbella o a Benahavís en plan villa de lujo y shopping en
Puerto Banús! La evidencia hace errónea la aseveración,
porque además a Ceuta vienen los jóvenes y los guapos (el
uniforme viste mucho) y a Marbella van de todo tipo.
Pero aquí y allí constituyen una buena clientela para los
comercios y los bares, son de muy buen comer, les encanta la
cocina española, en cuanto conocen las tapas se aficionan,
buscan nuevos cachivaches tecnológicos, todo de última
generación y no perdonan ni las perfumerías ni las
boutiques. Es un tipo de turismo que consume y que tiene
alegría a la hora de gastar los rublos y de tirar de tarjeta
en los cajeros de los bancos.
¿El único problema a erradicar? Uno que ya se padeció en
Málaga que era el de las mujeres tratando de vender ramas de
romero o cualquier macana en plan venta ambulante a los
turistas que llegaban en los transatlánticos,
persiguiéndoles e insistiendo, sin dejar a los visitantes
pasear y mirar los escaparates en paz. Hubo un tiempo que
también en Granada y en Sevilla se incordiaba mucho al
turismo por parte de mujeres que ofrecían claveles, o leer
la buenaventura, o mantelerías, hasta que la práctica se
tuvo que prohibir, igual que el top manta y cualquier tipo
de venta ilegal. Así en Ceuta muchos hemos sido testigos de
mujeres que perseguían a los rusos para venderles souvenirs,
tirándoles de la manga, poniéndose ante ellos, con una
insistencia agobiante y que da una pésima imagen de la
ciudad, sobre todo cuando se está combatiendo a nivel
municipal y en todos los lugares estas prácticas que van
entre la venta y la mendicidad. En el país vecino este tema
se controla bien y sus Autoridades no permiten que molesten
a los turistas, porque tanto allí cómo aquí el turismo es
una fuente de prosperidad y de riqueza y hay que cuidarlo y
no espantarlo.
Supongo que la Consejería de Turismo tendrá que decir algo
al respecto y el Gobierno de la Ciudad dictar ordenanzas
cómo en otras ciudades prohibiendo la mendicidad y derivando
a los mendigos a los servicios sociales si son españoles o a
la frontera si se trata de extranjeros.
Pero antes que nada controlar la venta ambulante ilegal
porque es un fenómeno que tiene “efecto llamada” y si no se
reprime aparecerán más vendedores lo que supone una
competencia desleal para el comercio y una molestia para
quienes nos visitan. Para vender están los mercadillos y
quienes viven de la venta ambulante pasan muchas fatigas
para poder costear sus licencias y sus impuestos, leyes,
normas, reglamentos, ordenanzas y edictos están para
cumplirlos, aquí y en el pueblo malagueño de Macharaviaya,
que es decir en España.
Y obviando el acoso de las vendedoras creo que cada estancia
en Ceuta es una magnífica experiencia para los marinos
rusos. ¿O es que se van a quejar de los bares y de las
tapas? Para servidora los mejores Ibéricos los que sirve mi
amigo del alma Pedro en el bar Los Amigos de la Gran Vía ¿Lo
mejor para los rusos? La cazuelita de callos tomada en la
terraza (que aproveche Pedro y aprovechen los hosteleros que
nos quieren dejar las aceras de Ceuta más peladas que
Siberia, estos que nos mandan ¡Serán malaje! ) ¿Y lo segundo
mejor para que los rusos alucinen? Una tabla de Ibéricos
miajita grasienta con ese jamón que es la bendición de Dios
y esa morcilla que enamora a los Santos Serafines y ese lomo
y ese chorizo que es pan bendito. ¿Cómo no les va a enamorar
Ceuta?
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