La salud es un derecho humano de
primer orden y el acceso a los servicios médicos es una
necesidad perentoria.
No quiero comentar lo que declaró Jesús Aguirre, senador del
PP, porque él solo retrata a todo el PP en su doble
presencia, en campaña electoral sueltan mentiras y en el
Gobierno realizan todo lo contrario a lo que prometieron
sumándole la utopía de los cinco millones de puestos de
trabajo.
Sólo hay que repasar las declaraciones cuando estaban en la
oposición y lo que están realizando ahora para comprobar la
maldad, auténtica maldad, que impera en ese partido.
Al menos es el único político que se ha atrevido a hablar
sin tapujos. Eso es un mérito aunque luego le lluevan
patadas desde su propio partido.
Ahora, ese mismo senador hace una espectacular bajada de
pantalones, muy en la línea de los peperos, rectificando y
asegurando que se expresó mal “porque jamás diría que su
partido miente en campaña electoral”. El rapapolvo de la
todopoderosa de Cospedal le ha dolido de veras.
Todo el castillo que levantó el PP, cuando era oposición, se
ha venido estrepitosamente abajo al destapar Jesús Aguirre
lo que todos sabíamos y no quisimos decirlo.
Creo entrever, dentro de una mente tan retorcida como la
mía, que el PP está interesado en dos cosas que les importan
más que la creación de riqueza para todos:
Una, rebajando los derechos de los españoles a la sanidad
hará que caigan como mosquitos, rociados con un potente
insecticida, los ciudadanos pertenecientes al tercer sector,
según expresión de los políticos, y muchos de nuestros
pensionistas que perciben lo mínimo para sobrevivir. El
ahorro en pensiones sería espectacular y posiblemente
apareciera en el horizonte, subida en la barca de Caronte,
la burbuja funeraria.
Dos, Anulando los derechos a la educación, con despidos de
90.000 maestros o funcionarios, el futuro del país seguirá
estando en manos de los poderosos, que se pueden pagar
buenos colegios, y mantener al resto de ciudadanos en el
conjunto global de un país tercermundista y sin recursos
para debatir unos derechos que anulen la ignorancia
impuesta. Con ello se ganan la total sumisión de la
población analfabeta.
Nos están pintando, los peperos, unos cuadros secos y
surrealistas que ni a Goya o Picasso se les habrían
ocurrido.
¿Es ruinoso pagar a un médico que a un amigo ‘metido’ a dedo
como asesor en el Gobierno?
Lo será si el amigo, encima, entra en la subasta de la
privatización sanitaria y consigue quedársela, también a
dedo. El Estado seguirá gastando lo mismo pero en las arcas
de sus amigos: sanidad privada, escuela privada, etc.
No le daré más vueltas al tema pepero porque ya está
claramente definido: es un partido político donde la mentira
está instalada desde siempre, desde tiempos del antiguo
régimen, y que ahora uno de sus miembros destapa
increíblemente admitiendo que su partido ha mentido en
campaña electoral, aunque luego rectifique esa declaración,
porque otra cosa no se puede entender cuando dijo “Ahora que
ya no estamos en campaña electoral, los políticos debeos
decir lo que de verdad pensamos, aunque a veces sea
políticamente incorrecto”.
Como botón de muestra está ese patriotismo insultante: A
luchar con todas las fuerzas a favor de Repsol –entidad
privada, al menos que yo sepa, por cuanto nunca me he
enterado de los beneficios que reporta al país- y los
‘paraos’ que se jodan, aunque sean argentinos.
Lo que realiza Cristina Kirchner, cuyo primo hermano es mi
médico traumatólogo, debían haberlo realizado todos los
presidentes de países explotados por el capital ajeno hace
tiempo. Entonces el petróleo habría costado un 90% menos de
lo que cuesta hoy en día con los precios políticos de las
eminencias liberales.
Mientras tanto, los ciudadanos a picar como chorlitos.
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