Luces y sombras del periodo de
mandato del Jefe Sorroche, considerado el “coco” por CCOO y
UGT. Es decir, por los pocos que les quedan a estos
sindicatos que no por quienes andan confundiendo recusación
de los Delegados de Personal y miembros del Comité con la
revocación de los mismos, contenido similar en ambos
términos. Pero quienes desean revocar esgrimen a modo de
pasquín el articulo 67 punto 3 del Estatuto de los
Trabajadores donde se ofrecen las pautas y directrices para
echar con ciertas garantías a quienes ya no convienen ni
responden a las expectativas de los trabajadores. “Recusar o
revocar he ahí el dilema ¿Qué debe optar más dignamente el
alma noble...?”
Da lo mismo, lo esencial es que los sindicatos mayoritarios
tras la Huelga General sin respetar ni los cien primeros
días de cortesía del Gobierno de Rajoy se están manifestando
ante la sociedad cómo lo que son, ellos, sus cursos, sus
subvenciones y sus liberados. Así que llovía sobre mojado
cuando “la gran movida” de tenerle la quilla puesta al
hermético y distante Jefe Sorroche cuya endémica frialdad
siempre ha sido directamente proporcional a su eficacia.
Sorroche no llegó de mando a la Guardia Civil, porque otro
gallo le hubiera cantado, sino a un cuerpo policial que
funcionaba sin un rígido organigrama, donde al segundo piso
(hoy accesible tan solo previo cumplimiento de formalismos y
con cita) al segundo piso subía hasta el de la lotería a
ofrecer “los iguales” al personal, con el almacén sin
inventario (desde hace veinte meses un policía “miajita”
contabiliza hasta si existen xilófagos y si estos presentan
la oportuna documentación). ¿Y las multas? Más formalidades,
artículos infringidos reflejados en la denuncia y el gran
proyecto “sorrochista” que queda en el aire: la implantación
del programa informático PDA con un ordenador en manos del
policía. Modernidades, garantías y un estilo de
funcionamiento capaz de aprovechar y exprimir al máximo lo
mejor que tiene la Policía Local de Ceuta que es el material
humano muy JASP (joven aunque sobradamente preparado) y una
fuente cuenta y una leyenda urbana confirma que “La Policía
Local ha venido funcionando porque los policías son muy
buenos”
¿Y el fallo de Sorroche? Respuesta: “Dicen que le falta
‘mano izquierda’ con los sindicatos, pero sabe utilizar muy
bien la derecha para firmar buenos proyectos y dar buenas
órdenes”. Siempre añaden “Pero no le han dejado”. ¿Quién o
quienes no “han dejado” hacer qué? ¿Llevar a la Policía con
una disciplina estricta y una organización cuadriculada?
Bueno, dicen que eso sirve para la Guardia Civil y para los
empleados de cualquier empresa de la próspera Alemania pero
que, a nivel local... No sé, no sé...
Yo sí sé que hace un mes más o menos y porque la merecida
fama de la UIR ha trascendido muy mucho la ciudad de Ceuta,
vinieron delegados Policías Locales de Los Barrios para
recibir un Curso de Intervención y formar ellos una UIR en
su localidad. Trabajo intensivo, convocatoria atractiva con
38 participantes y entrega de placas y distinciones. ¿Y
quien se ha puesto la medalla y el medallón de la exitosa
iniciativa? Pues nadie. El rectilíneo Jefe Policial no es de
los que apetecen medallas ni distinciones por lo que su
discreción es confundida con la proverbial contención de los
militares.
Sorroche nunca llegó a superar el que un honrado lotero
accediera libremente a las dependencias a repartir la
suerte. Sorroche es demasiado anti-landista y anti-Torrente
para la época en la que vivimos, le falta mano izquierda
aunque con la derecha proponga reestructuraciones
operativas, organigramas y trato igualitario. “Eso” parece
que no mola y trae a la memoria ecos militares, disciplina
del Cuerpo, acrisolada rectitud y un tipo de comportamiento
y de acción demasiado reglamentada para aquellos a quienes
no les gustan demasiado los reglamentos. Y mandando y
tomando decisiones sin el “placet” de CCOO y UGT, dos
centrales sindicales que estaban en la Policía Local en plan
“reinonas” hasta que se les acabó el reinado. Y UGT y CCOO
no lo toleran.
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