Me doy una vuelta por Barcelona,
tras pasar por una clínica para la revisión ITV de mi
cuerpo.
Suelo darme unas vueltas por la capital catalana cuando
acudo por cualquier motivo y saludoar a cuantos conocidos
encuentro por ahí.
Lo que ahora veo es un auténtico caos ciudadano: cerca de
2.800 ciudadanos carecen de techo y duermen, ora en la
calle, ora en los centros de acogida… pero todos piden de
comer en la puta calle.
Las frías estadísticas señalan que este tipo de ciudadanos
han aumentado un 32% desde el comienzo de la crisis. Es cosa
mala ¿no? Nos estamos convirtiendo en un Club de los Sin
Techos Internacional.
Entretanto el Gobierno juega a la guerra de charlatanes
contra los argentinos por temas petrolíferos o quítame allá
esas pajas, cuando deberían tomar una decisión concienzuda y
rotunda ante tamaños ataques a las inversiones españolas y
no andar como niños pequeños chivándose a sus papaítos,
léase EE.UU y UE, para que los ayude en este conflicto
internacional en ciernes.
Dejemos de lado, por imposible, la enorme deuda que tienen
LOS BANCOS con los capos financieros europeos y americanos
(más de 270.000 millones de euros) y hagamos cruces con
pedorretas porque tendremos que pagar esa deuda entre todos
los españolitos de a pie, aunque ya estamos sufriendo sus
mordiscos, si seguimos con el euro. Al tiempo.
Ya me está hartando Rajoy y sus juegos de palabras. Que no
subimos impuestos y van y lo suben soltado eufemismos
increíbles; que no haremos recortes, lo hacen por cojones
diciendo que son adaptaciones al gasto; que crearemos
puestos de trabajo a puñaos, van y destruyen empleo…, no
sigo porque la taquicardia está a la vuelta de la esquinar.
Estoy cansado de que la derecha gobernante utilice
eufemismos para tomarnos el pelo descaradamente.
Mientras un grupo de ciudadanos se preparan para defender al
juez Garzón, denunciando a los jueces que le condenaron, los
peperos bogan en el mar de la Justicia española y van
librando a los suyos inculpados en diferentes juzgados, como
ejemplo: la anulación de la fianza a Matas y otras muchas
cosas.
La Bolsa cae y la prima sube poco a poco. Eso nos hace
pensar que lo que diga el Gobierno será todo lo contrario de
lo que haga –ya estamos acostumbrado a eso por parte del PP-
sobre todo cuando emiten una cosa llamada Amnistía Fiscal,
supongo con el punto de mira centrado en el yerno de quién
siendo presidente de honor de un organismo de defensa de los
animales dispara contra estos.
Con todo, la publicación en cierto periódico de tirada
nacional deja en mal lugar el nombre de nuestra ciudad con
eso que denomina “Paritorio Gratis del Norte de África”. ¿No
respondemos?, creo que tiene que, a esa especie de llamada a
la inmigración, responder el delegado del Gobierno que para
eso y otras cosas está.
Ya me gustaría que el Gobierno entre tantos recortes, aunque
lo llamen de otra forma siempre son y serán recortes,
hiciera algo en la frontera. Tiene un agujero perenne donde
se cuelan hasta perros salvajes, según el vecino de El
Sarchal, y como escriben en «El Mundo»… deberían
investigarse esos pisos “pateras”, Sanidad es de los
españoles que abonamos con el sudor de nuestra frente.
¿Habéis dado ya con los falsificadores de permisos para los
moros?, pues deberían espabilarse porque abundan más de lo
que creen nuestras autoridades y con ello el goteo de
entradas ilegales seguirá incesantemente. Es una nueva forma
de invasión, auspiciada por ciertos políticos sobre los que
ya os advertí hace bastante tiempo.
En fin, sigo asistiendo a la decadencia del país, en el
aspecto económico y social, y o que más me cabrea son las
risas que se oyen en el extranjero.
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