La AD Ceuta no pudo pasar ayer del empate (0-0) frente al
Écija Balompié tras un partido muy igualado en el primer
tiempo pero que en el segundo tuvo claros tintes de dominio
de caballa. Los ceutíes, que se merecieron mucho más tras el
descanso, volvieron a encontrarse con dos peligrosos
enemigos que juntos pueden ser fatales: La mala suerte y el
colegiado. La primera impidió que los ceutíes consiguiesen
adelantarse en alguna de las muchas ocasiones de las que
dispusieron para llevarse el triunfo. El segundo fue el
encargado de malograr el propio triunfo. Y es que, el
colegiado Muñoz Mayordomo no concedió de forma errónea un
gol de Elvis en el 68’ tras una vaselina sobre Ramón al
interpretar que cuando Óscar sacó de la portería el esférico
este todavía no había traspasado la línea de gol. Importante
error que, finalmente, terminó costándole dos puntos a los
ceutíes que hubiesen sido claves para romper con la racha
negativa y meterse casi en el bolsillo la permanencia
matemática.
El encuentro comenzó con la ya habitual reclamación de los
jugadores ceutíes por la difícil situación económica por la
que atraviesa el equipo. En esta ocasión, sin embargo, en
vez de ponerse de rodillas, el equipo caballa hizo una
sentada durante los primeros treinta segundos de partido,
tiempo en el que su rival mantuvo la pelota en su campo.
Ninguno de los dos equipos tomó la iniciativa durante los
primeros minutos del choque. Era demasiado el respeto que
parecían tenerse mutuamente tanto ceutíes como astigitanos y
el balón se movió, sobre todo, en la medular del campo sin
que los porteros tuviesen que entrar en acción. Así, no fue
hasta alcanzado el primer cuarto de hora de partido cuando
los equipos buscaron la portería contraria con algo más de
intensidad.
El primero en intentarlo fue el Écija a través de una falta
que atajó sin problemas Pau Torres. El Ceuta contestó, sólo
un minuto después, con otra jugada a balón parado. Andrés
colgó el balón en el área, quedándose muerto en la frontal,
pero el disparo de Elvis se marchó desviado. El encuentro
apenas ganaba en intensidad conforme pasaban los minutos, y
ni el Ceuta ni el Écija conseguían hacerse con el dominio de
la pelota. Y es que, conscientes de la necesidad de puntuar
para acercarse a sus respectivos objetivos, los dos equipos
cerraban bien las líneas impidiendo que sus porteros
corriesen más peligro de lo estrictamente necesario.
De esta forma, antes de que finalizase el primer tiempo,
sólo el cuadro astigitano buscó tímidamente un gol que
estuvo lejos de llegar. Una internada de Antoñito, cuyo
centro buscaba a Carlos Valverde y que fue truncado por
Julio de Dios, y un disparo del propio Valverde, fueron las
únicas ocasiones de un Écija que consiguió mantener a raya
al Ceuta durante el primer tiempo pero que tampoco se
mereció llegar al descanso por delante en el marcador.
En el segundo tiempo, y tras unos primeros minutos de
reconocimiento, fue el Ceuta el que por fin se hizo con la
iniciativa. Tras los primeros diez minutos, el equipo
caballa empezó a acosar a su rival, comenzando con un
peligroso centro de Aitor desde la derecha al que no llegó
Elvis por muy poco. En la siguiente jugada, Blanco se hizo
con el esférico en la frontal del área y envió un fuerte
derechazo que se marchó rozando la cruceta, en la mejor
oportunidad hasta ese momento de todo el encuentro.
Tras estas dos ocasiones, el cuadro ceutí ganó en confianza
y se hizo con el control del balón en el centro del campo.
No tardaron los de Lobera en volver a tantear a la defensa
sevillana, esta vez con un disparo a la media vuelta de
Elvis que Nando impidió que llegase a su portero. Apenas un
minuto después, el propio Elvis remató de cabeza un buen
centro de Guzmán, pero Alejo, muy atento, consiguió desviar
el esférico a saque de esquina. En el 68’ llegó la jugada
clave del encuentro. Elvis recibió el esférico dentro del
área y mandó una vaselina por encima del meta Ramón que
debería haberse convertido en el 1-0. Muñoz Mayordomo, sin
embargo, interpretó equivocadamente que en el momento en el
que Óscar sacó el esférico este aún no había traspasado la
línea de portería dejando al Ceuta sin la merecida
recompensa del gol.
El cuadro caballa continuó dominando el segundo tiempo, y en
el 77’ Julio de Dios contó con otra gran ocasión para
adelantar a su equipo, pero su disparo raso consiguió
despejarlo el guardameta astigitano, que se mantuvo muy
acertado todo el partido. La última ocasión fue para Guzmán,
que en una falta directa envió el balón rozando el poste,
manteniéndose el empate al final del partido entre dos
equipos que seguirán luchando por sus objetivos.
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