En Tetuán llovizna, es mejor que
nada. Y bajo el suelo y lecho marino, parece que se esconden
prometedoras reservas de gas y petróleo. Con todo y después
del fiasco del “affaire Talsint”, en los años 2000, es
normal que se extreme la prudencia aun cuando el economista
Najib Boulif (PJD), influyente ministro del gobierno
Benkirán se mostraba eufórico en Tánger el pasado 17 de
abril: “Marruecos será un país productor y exportador de
petróleo y gas”. Inch´Alláh naturalmente. De hecho y en las
dos últimas semanas, las principales publicaciones del país
abundan en la noticia llegando incluso una, L´Observateur
(edición del 6 de abril), a anunciar incluso la posibilidad
de una emergente “Monarquía petrolera”… a todo gas. Los
sondeos de Repsol-YPF frente a Larache han dado positivo, en
aguas de Tarfaya la solvente empresa británica Longreach
Oil&Gas se muestra satisfecha, habría petróleo y sobre todo
gas, mientras que el portavoz del consorcio australiano Pura
Vida Energy, Damon Neaves, afirmaba el pasado 27 de marzo
que “Marruecos está a un paso de convertirse en un país
productor de gas y petróleo como su vecino argelino”. En
consonancia con lo anterior otra empresa petrolera con sede
en Sidney, Tangiers Petroleum, estima haber descubierto tres
nuevos yacimientos de petróleo en aguas próximas a Tarfaya…
y frente a Canarias. Por ello es cuando menos extraño que
estos días el joven soberano Mohamed VI haya informado en la
audiencia concedida al presidente del gobierno canario,
Paulino Rivero, que “Marruecos no ha encontrado petróleo en
sus aguas”, según enfatiza la nota de prensa distribuida por
el portavoz de la Presidencia canaria. Según parece, Su
Majestad habría sido categórico: no habría petróleo ni gas
en aguas próximas a Canarias. Digo. Y Rivero, tan contenta
la criatura: a protestar ante Madrid por las prospecciones
del consorcio de Repsol YPF (50%) con los grupos australiano
Woodside (30%) y alemán RWE (20%), cuya autorización para
sondear en aguas de soberanía española próximas a las Islas
Canarias fue concedida por el gobierno Rajoy el 19 de marzo.
Las prospecciones petrolíferas en Marruecos se han llevado a
cabo en cinco periodos, coincidiendo todos los expertos en
que el subsuelo de buena parte del país está aún por
explorar. Las primeras exploraciones en el Gharb se remontan
a los años entre 1900 y 1928, aflorando en 1923 depósitos de
aceite en Ain Hamra; entre 1928 y 1958, dos años después de
la Independencia, se fundan la Oficina de Investigaciones y
Participaciones Mineras (BRPM, 1928) y en 1929 la Oficina
Xerifiana de Petróleo, encargada de los sondeos; en 1959 se
abre el tercer periodo, que dura hasta 1981: se descubren
yacimientos de petróleo y gas en el Gharb y Essauira,
promulgándose la Ley de Hidrocarburos, estimándose en 9
millones de barriles de petróleo la producción al final del
periodo; el cuarto periodo iría desde 1981 a 2003, a
comienzos del reinado de Mohamed VI: se funda la Oficina
Nacional de Investigaciones y Exploraciones Petroleras (ONAREP)
y el país se lanza a explorar por sus propios medios con el
partenariado de empresas extranjeras: se encuentran
numerosas acumulaciones de gas en el Gharb, así como en la
zona de Meskala (Essauira). El último periodo se abriría en
el 2003, año en el que se crea la Oficina Nacional de
Hidrocarburos y Minas (ONHYM), actualmente dirigida por la
ex ministra (RNI) de Energía y Minas, Amina Benkhadra,
fusionándose la ONAREP y la BRPM.
¿A qué viene eso de “no hay petróleo en aguas próximas a
Canarias”? A ver si es que Mohamed VI, por el que no oculto
mi afecto y simpatía, se entera de las cosas por la prensa,
como el ex presidente Felipe González con el GAL… Bueno,
petróleo o no en Tetuán sigue lloviznando y eso es mejor que
nada. Visto.
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