La juez titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta
condenó ayer a B.H.K. a un total de tres años y ocho meses
de prisión en un juicio en el que hubo conformidad en el que
el acusado fue hallado en posesión de más de 42 kilogramos
de hachís que iban destinados a su posterior venta. La droga
fue valorada en 58.682 euros. Dos de los juicios previstos
ayer por la mañana fueron suspendidos ya que los acusados se
encuentran en la prisión de Ocaña, en Toledo, y no fueron
trasladados hasta Ceuta a tiempo para que se celebraran las
respectivas vistas orales, que serán fijadas próximamente.
El Juzgado de lo Penal nº 1 de Ceuta celebró ayer viernes
las vistas orales que en un principio estaban previstas para
el lunes pasado y en las que destacó la que sirvió para
condenar a tres años y ocho meses de prisión a B.H.K., por
tráfico de drogas.
Las diligencias con las que se inició el caso ante la
Justicia provenían del Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción número 5 por un delito contra la salud pública
en el que el acusado era B.H.K., asistido por la letrada
María José Ortega González. Como testigos figuraban los
guardias civiles identificados como T-39.252-L y D-75.687-Z,
aunque no llegaron a declarar puesto que previamente se
había alcanzado una conformidad entre el Ministerio Fiscal y
la abogada de la defensa.
B.H.K. fue interceptado por la Guardia Civil cuando escondía
en su vehículo un total de 42.217,50 gramos de hachís, con
un índice de tetrahidrocannabinol (principio activo del
hachís), del 9,68%. La juez y las partes convinieron en que
la droga estaba valorada en 58.682 euros.
El acusado, asistido por un intérprete de árabe, se confesó
culpable, en consonancia con el acuerdo alcanzado entre las
partes y aceptó la pena impuesta. Además, fue multado con
58.682 euros, sustituibles por tres días de privación de
libertad en caso de no poder satisfacer dicha cantidad. Se
declaró insolvente, por lo que en principio se investigará
su patrimonio para comprobar que, efectivamente, es incapaz
de saldar la sanción económica. También se ordenó, mediante
sentencia firme que no será recurrida, el decomiso del
vehículo utilizado para transportar la droga y la propia
sustancia estupefaciente, además de tener que hacer frente a
las costas del juicio.
Estaba previsto celebrar otro juicio por un delito contra la
salud pública, en el que el acusado era M.R. Sin embargo, la
vista fue suspendida teniendo en cuenta de que el acusado no
fue trasladado a tiempo a Ceuta desde el penal de Ocaña
(Toledo), donde actualmente se encuentra recluido. Al
parecer, se suspendieron los traslados de presos durante las
pasadas fiestas de Semana Santa, lo que motivó la ausencia
en la vista de M.R. Se ha fijado una nueva fecha para el
juicio.
Igualmente se suspendió otra vista por amenazas contra H.A.M.,
por incomparecencia de los testigos propuestos. Una nueva
suspensión se produjo en otro caso de robo con fuerza: uno
de los acusados, A.C., tampoco fue trasladado desde el penal
toledano de Ocaña, y el otro, A.E., ha sido puesto en
búsqueda y captura.
Otro acusado por usurpación de inmueble y coacciones, M.M.A.,
que actualmente se encuentra en la prisión de Ceuta por otra
causa, se declaró culpable de los hechos y fue condenado a
una multa de 60 euros.
El condenado dijo que sería su madre quien iba a satisfacer
la sanción. Además, está obligado a entregar la llave del
nmueble usurpado, en calle Real 116
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