Ha muerto “mi purito”, que era
como cariñosamente lo llamábamos en la Cruz Roja del Mar,
donde hacíamos el servicio militar, la antigua mili, Don
Alfonso Caro Durá, nos llegó pausadamente como un lobo de
mar, un hombre moreno, con sus barbas al estilo chanquete, y
de frente y mirada curtida por la brisa del mar, siempre
tenía ese don y ese deje, cariñoso y de buen padre, para con
nosotros, de la mano del TN Esparza Espinosa, entró de lleno
en la base, con una ilusión desbordante, tanto que a veces ,
chocábamos, con la “abuelia”, si esa manera, que cogemos los
marineros y soldados de antaño, cuando ya ibamos de
“sobraos” por todos los rincones de la Sede de Cruz Roja del
Mar...
El hombre, empezó a echar una mano, en todas las lides
marineras, el hangar, donde se encontraba todo el pañol de
lo más variopinto... combustible, motores, cabos,
pertrechos, taquillas, chalecos salvavidas, la pila para
lavar los motores, y con un entusiasmo increíble, empezaba
todas las mañanas y todas las tardes, a remangarse las
mangas y empezaba con sus maniobras y faenas...
Se trajo un spray, que utilizó para proteger los motores
fuera-borda, nos regaló un piporro, si un botijo artesanal,
nos puso una luz , parecida a la de los camarotes de un
buque, para nuestro sollado de literas, y el hangar, empezó
a coger un color y un aire marinero total, y ya empezó a
dejar su impronta, tanto que hasta sabía “trajinar” con los
barcos pesqueros y darnos el toque, que de parte
de...”pedirles pescado”, por supuesto, que hacíamos las
particiones, entre el y los marineros de la guardia, y a mi
madre, le hacía mucha gracia, eso de traer pescados y pulpos
, para hacerlos en casa. Se fue encargando, que las literas
tuvieran sus “juegos de cama”, sus mantas y sabanas, y salió
con los mandos, a comprar a los almacenes los juegos de gran
calidad.
No olvidaré, la cara descompuesta, aquella tarde de verano,
donde se rumoreaba por radio, el avistamiento de una ola de
25 metros, avanzando a la costa de Málaga, el hombre se
sentó frente a mi en la sala de CECOMAR CEUTA, y el sabía
como me manejaba con los canales VHF, decamétrica, dos
metros, y los canales 16 y el escaner... .
Las noches que colaboraba, pintando y arranchando el hangar,
eran una guasa loca, el se ponía atacado y descompuesto, con
los comentarios y locuras, propias de nuestra edad de 18
años, y nos devolvía los comentarios, con unos cortes de
manga, que sonaban en todo el puerto-
Una noche, quisieron pillarme durmiendo, teníamos gravilla
tirada por el corredor de la puerta de la Estación, y eso
hacía sonar el coche el TN por las noches...jajaja, la
veteranía es un grado... y cuando fueron a entrar por la
puerta de atrás , con sus llaves, les dí la novedad...
Buenas noches, A la orden, sin novedad, sabía que había
jugado el Madrid-Barcelona, copas en el Candelero, video
comunitario,, y Don Alfonso , “mi purito”, me miró
emocionado, como diciendo, ¡ con dos cojones, a este no lo
cojeis!.
Y llegó el momento que nunca olvidré, cuando nos tocaba
quedarnos a comer en la base, siempre fué mi punto flaco, el
tema de las comidas, yo lo pasaba muy mal, y un día, la
comida era horrible, y pedí permiso... para ver a mi hermano
chico, “que estaba malo”, y verdaderamente, había cogido una
congestión jugando y estaba con fiebre, de mientras en
minutos, me engullí unas patatas con huevo, que me sabían a
gloria, de idas y bajadas al Polígono, uno que se ganaba los
galones, de chivato... chivateó al TN ESPARZA, una vez
aterrizado yo en la Base, llamó el TN Esparza, diciendo, ¿
oye Alfonso, donde iba Chellarám a estas horas por el
Polígono ?, Don José, le he dado permiso yo, para que suba
corriendo a ver a su hermano, que se ha puesto malo en el
colegio... ¡ ah vale muy bien, buenas tardes !, cuando colgó
el telefono, le metió una butifarra al telefono, que retumbó
hasta la manguera de la Ducar... que bueno, que cojonudo,
era un tio, que se iba volcando con sus marineros.
-Me llegó la noticia de tu muerte, ya estás montandola en el
cielo, y con esta fama que me he ganado de articulos de
enterrador y funebres, han pasado ya 26 años, de aquellas
vivencias, con lagrimas y emocion, como no voy a olvidar,
nuestra despedida, desfilando juntos aquel Miercoles Santo,
con Nuestro Padre Jesús Caído, y como te dí el toque, que te
habían “cambiado” los galones de Contramaestre.
-Muchas gracias, por como fuiste, por como eras con
nosotros, y siempre estará en la orilla, aquella barquilla,
que decía en sus amuras, MI PURITO, en homenaje a aquella
estirpe de hombres tan morenos y tan altos. Mucha mar por
delante, ALFA CHARLIE, por esos mares eternos.
|