Los embalses se encuentran al 69,59% de su capacidad después
de las últimas precipitaciones registradas durante la Semana
Santa. Los datos, del pasado día 9, recogen que hay un total
de 2.289.680 metros cúbicos entre los pantanos del Infierno
y del Renegado. En abril del año pasado se encontraban al
97,86% de su capacidad. A pesar de ello, la CHG ha reiterado
en varias ocasiones que el suministro está garantizado.
Los embalses se encuentran al 69,59% de su capacidad total
después de las últimas precipitaciones registradas durante
la Semana Santa. Los datos, del pasado día 9, recogen que
hay 1.251.976 metros cúbicos de agua en el Renegado y
341.479 en el Infierno, lo que supone un volumen total de
2.289.680 m3. La cota del Renegado asciende a 33,38 metros,
mientras que la del Infierno se queda en el 12,10. La
aportación a los embalses ha sido de los manantiales de
Benzú, un total de 22.500 metros cúbicos y de cuenca propia,
3.031.
En estas mismas fechas del año pasado, la situación era
distinta, con un 97,86% de la capacidad. Y es que, la
cantidad de lluvia de este año ha sido inferior a la de
2011.
Desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se
informa de que, con el fin de reducir el contenido de
antimonio en el agua suministrada para el consumo a la
población procedente de la Estación de Tratamiento de Agua
Potable (ETAP), se ha procedido a “mezclar las aguas de los
embalses del Renegado e Infierno”. Por último, desde la CHG
se ha asegurado en varias ocasiones que, a pesar de la
reducción en la cantidad de agua embalsada con respecto al
año anterior, el abastecimiento está garantizado.
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