Mejor haber empezado en materia educativa por la aplicación
de los nuevos métodos didácticos antes de gastarse una
fortuna en pizarras digitales y en ordenadores. ¿De qué le
sirve a un alumno de secundaria contar con un ordenador si
es incapaz de memorizar un par de frases de un texto? Muchas
pamplinas, mucho lujo superfluo y generaciones que van
aprobando a trancas y barrancas (eso sí con infinitos
dengues) cuando ya se ha demostrado cumplidamente que
métodos “de toda la vida” resultan mucho más eficaces a la
hora de desarrollar el potencial del alumnado.
Así nuestros niños tienen que tirar de calculadora hasta
para hacer una vulgar multiplicación mientras en Japón y en
los países emergentes con la enseñanza del Método Kumón de
matemáticas y no digamos con el Método hindú del Ábaco, son
capaces de realizar operaciones mentalmente y de forma
vertiginosa. ¿Y vamos a poder competir con estos cerebros
cultivados en la disciplina y en el esfuerzo? Más bien no.
Por mucha pizarra digital y muchas innovaciones tecnológicas
con las que se trate de “demostrar” a la sociedad por parte
de los Gobernantes “que somos avanzados”. Facilitar las
tareas no es avance sino retroceso y la mente tan sólo se
supera afrontando retos desde la más tierna infancia y no lo
digo yo sino las nuevas hornadas de eminentes
neuroendocrinólogos que son los llamados a estudiar la
química del cerebro y el reino de los neurotransmisores que
es el de la inteligencia.
Si tiran de hemerotecas del año 2006 a esta parte verán
cuantas veces hemos hablado del exitoso Método Kumón, de la
genialidad que confiere el Ábaco y ya no digamos de los
cursos Pascal de técnicas de estudio y de la práctica del
Método Silva para incentivar la capacidad de concentración.
Parece que el problema de los amigachos del Ministro con
rango de “asesores” es que no se han molestado en
informarse, indagar y realizar un análisis comparativo
manejando “auténticas” innovaciones en materia educativa.
¿El ejemplo francés? Se van y le preguntan a Sarkozy cómo ha
impuesto el respeto estricto a la figura del maestro y la
disciplina a rajatabla en las aulas ¿Que hay que expulsar a
un elemento problemático? Se le expulsa y se le remite al
psiquiatra para ver si existe patología y se responsabiliza
directamente a los padres (eso en toda Europa) del
rendimiento, el comportamiento y la actitud de sus hijos en
la escuela. El maestro, maestro y autoridad, que no colega.
Y los padres idem de idem. ¿Comprenden lo que digo cuando me
refiero a que se ha empezado la casa por el tejado?. Y no
creo que los recortes en educación consistan en que los
alumnos usen o no usen los ordenadores o que exista mayor
ratio por clase. ¿Quien no ha asistido cómo educando a
clases gélidas y saturadas y no obstante ha acabado los
estudios y optado a una licenciatura? ¿La clave? Una
educación basada en la disciplina, el respeto a las normas y
la cultura del esfuerzo. Amen de considerar la oportunidad
de recibir una educación cómo un auténtico privilegio, un
derecho sí, pero aún más un privilegio y un regalo que hay
que agradecer de por vida.
En el Universo cuántico se considera el “caos” la falta de
reglas, como el fin en sí mismo considerado. Y se empieza la
casa por los cimientos con un “cambio” radical en lo
referente a actitudes y conductas. Porque en el siglo XXI
europeo ya no sirve ni se acepta la excusa lacrimosa de “ser
analfabetos” ¿Cuantos lustros hace que en España en
particular y en Occidente en general la educación es
gratuita y todos, absolutamente todos los ciudadanos, pueden
acceder a ella? ¿Ustedes saben cuantos miles de españoles
acuden con auténtico anhelo a las clases para adultos, para
sacarse el Graduado, la ESO y el Bachiller? Porque “quieren”
y están concienciados de que la mejor inversión del mundo es
la educación. Que viene a ser “aquello que en un naufragio
el mar no te puede arrebatar” es decir, el terreno en el que
se mueve la neuroendocrinología que es el de la mente y sus
vericuetos intelectivos y volitivos. Saber y querer.
Y hasta que no se comprenda la vacuidad del gasto superfluo
y la tragedia de abandonar la cultura del esfuerzo, la
voluntad y el sacrificio, ya pueden meter a los alumnos
dentro de una nave espacial, porque será muy difícil que
evolucionen y aprendan y comprendan la oportunidad que
implica la superación de los obstáculos. De hecho el
Ministerio de Educación actual, para adecuarse a la realidad
debería llamarse “Ministerio de Reeducación” para ser capaz
de empezar de nuevo la casa, desde los cimientos.
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