La izquierda española pretende
hacer olvidar a la ciudadanía los últimos siete años de
nuestra historia política, una historia protagonizada por un
gobierno saliente del partido socialista liderado por José
Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, actual
secretario general de esta formación. Pese a los esfuerzos
del progresismo español en las últimas semanas por inculpar
al nuevo Gobierno de la situación actual, una gran mayoría
de ciudadanos españoles somos plenamente conscientes de
quienes han arrastrado a este país a una tasa de desempleo
que supera el 23% (5,5 millones de desempleados) y a un
déficit público cercano al 9%.
Mientras otros países miembros de la Unión Europea comienzan
la senda del crecimiento tras apostar años atrás por la
austeridad presupuestaria, el control exhaustivo del déficit
público y la responsabilidad en todas sus decisiones, España
es cuestionada por los organismos fiscalizadores europeos.
Por todo ello, sorprende comprobar como quienes nos han
llevado a la situación actual tras dos legislaturas de
decisiones erráticas responsabilizan a un Gobierno que acaba
de cumplir los primeros 100 días al frente del país de todos
los males. Sin ninguna duda, llevamos dos años de retraso en
la adopción de medidas correctoras.
La llegada del Partido Popular al Gobierno de España ha
supuesto un cambio sustancial respecto a las políticas
ejecutadas por el anterior Ejecutivo. Hoy, las
administraciones públicas deben ceñirse al Plan de
Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera
marcada por los actuales dirigentes. A partir de estos
momentos, todas están obligadas a presentar equilibrio
estructural en sus cuentas, estableciendo límites a las
deudas que pudieran contraer. Con estas medidas se pone
punto y final al descontrol presupuestario que ha
protagonizado la gestión económica en los últimos años. Por
poner un ejemplo, España gasto en el ejercicio anterior
90.000 millones de euros más de lo que ingresó,
incrementando el déficit público hasta el 8,5%.
Por ello, los Presupuesto Generales del Estado para el
ejercicio 2012 deben reducir la cifra de déficit público
indicado hasta el 5,3% de la única manera posible,
responsabilidad y austeridad en las cuentas públicas. Pese a
los importantes recortes introducidos en los fondos
destinados a las diferentes autonomías, nuestra ciudad es
una de las que experimenta una disminución menor, si la
media se sitúa en un 24%, la reducción para Ceuta esta en un
17%. Nuestra ciudad recibirá más de 44 millones de euros
destinados a inversión y 121 millones durante el periodo
2012-2015.
El progresismo español critica desde la irresponsabilidad
cada una de las decisiones adoptadas en los últimos 100 días
de Gobierno popular obviando intencionadamente las
necesidades urgentes de un país al borde de la intervención
por parte de los organismos europeos como consecuencia
directa de la gestión ineficaz del Ejecutivo socialista
saliente. La economía española necesita recuperar la
credibilidad de los mercados internacionales, recuperar la
senda del crecimiento económico y disminuir la tasa de
desempleo existente. En definitiva, este país necesita
políticos responsables y consecuentes con la situación
actual para devolvernos a las primeras posiciones de la
economía mundial tal y como nos merecemos.
|