La labor de control y refuerzo de las zonas limítrofes con
Ceuta ha dado como resultado la interceptación de unos 300
inmigrantes clandestinos de origen subsahariano por parte de
las autoridades marroquíes desde comienzos de año antes de
que llegaran a territorio ceutí. La Marina Real se ha
desplegado en ‘wad Marsa’, cerca de Perejil, que se había
convertido en las últimas semanas en lugar de partida de
pateras.
Unos 300 inmigrantes clandestinos han sido interceptados por
las fuerzas de seguridad marroquíes antes de que lograran su
propósito de alcanzar territorio ceutí. Esta es la
estimación que manejan las autoridades del país vecino, cuya
última medida de refuerzo del control fronterizo ha sido el
despliegue de la Armada Real en la playa de ‘Wad Marsa’, una
zona próxima a la isla del Parejil desde la que, según
informó este diario el pasado 21 de marzo, habían partido
las últimas pateras con destino a la península y a Ceuta.
La labor de vigilancia y control, tanto en la costa norte
como en la playa del Tarajal, por la que accedían el pasado
año los subsaharianos incluso a nado, ha dado como resultado
por ejemplo, y según confirmaron fuentes de las Fuerzas de
Seguridad españolas, la interceptación, el pasado miércoles,
de una balsa con siete inmigrantes a bordo.
Con el refuerzo, los efectivos de las Fuerzas Auxiliares, ‘mejanis’,
destinados al control de la frontera alcanzaron los 400. De
ellos, la mitad se quedarán de forma permanente en una nueva
base en las inmediaciones del Tarajal. Junto al paso
fronterizo se ha levantado una valla y construido una nueva
escollera.
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