En contra de lo que opinan algunos
en otros medios de comunicación, no pienso que la decisión
de Pedro Gordillo de optar a la Presidencia del Partido
Popular haga daño ni a Ceuta, ni a Juan Vivas, ni al
partido, ni a nadie.
El Presidente Vivas ganará ‘de calle’, porque salvo raras
excepciones, las formas y los fondos en la gestión son
determinantes. Superar la trayectoria personal del
Presidente y sobre todo la miríada de contactos y de
relaciones que Juan Vivas ha ido enjaretando durante su
Gobierno y que son quienes le abren todas las puertas, es
misión casi imposible. ¿Recuerdan lo del político más bajito
pero de mayor talla?
No obstante, la presentación de dos candidaturas a la
Presidencia del Partido Popular en el Congreso Regional
puede llegar a ser una iniciativa democráticamente saludable
ya que desmonta las restringidas opiniones acerca de que una
sola candidatura equivale a un “Congreso a la búlgara”. ¿Qué
desea presentarse Pedro Gordillo cómo alternativa a Juan
Vivas? Excelente. Y optimista. Porque si su oferta de
gestión del Partido se circunscribe a un mejor uso de la
sede local, ideológicamente parece que se queda un tanto
escaso de sustancia.
Que nadie pues se rasgue las vestiduras (no está la economía
como para comprar trapos nuevos). ¿Qué un “ex” quiere
regresar? Pues que regrese y que se bata en el campo de las
ideas y de los postulados, de los logros y de las
demostraciones factibles de operatividad y de eficacia tanto
a nivel local como nacional. ¿Se avecina combate de esgrima
sobre un sustrato de ideas? Lo dudo. Ideológicamente no creo
que el aspirante Gordillo aparezca imbuido de las ideas
“neocon” ni de proyectos para debatir en el seno de la
Ejecutiva para tratar de arrimar el hombro al “cambio” desde
Ceuta con ideas novedosas para aportar a las futuras
reformas legislativas que tanto anhelamos.
Pero, ¡cuan saludable la posibilidad de votar a uno o al
otro! Porque presenta la oportunidad de consolidar
definitivamente el liderazgo de Vivas y acallar a los
descontentos. Nadie podrá dudar de la legitimidad del
Presidente. Nadie podrá decir eso de ¡Si Pedro se hubiera
presentado ...!
Aunque no sólo Vivas y el Partido Popular se ven
favorecidos, lo cierto es que el simple anuncio del intento
de retorno de Gordillo a las movedizas arenas políticas ha
supuesto una inigualable oportunidad para quienes aspiran a
agitar el botafumeiro y ejercer de “tiralevitas” del
Presidente Vivas “para ver si…” y “¿Qué hay de lo mío…?”
Lo cierto es que al aterrizado Gordillo le corresponde la
inmensa responsabilidad de presentar una alternativa, si se
presenta es porque cuenta con los avales (que suelen avalar
las aspiraciones personales de quienes avalan, porque no lo
suelen hacer por puro desinterés y querencia a la
alternancia) y si quiere exponer desde la perspectiva de la
politología los principios doctrinales que se plantea
manejar para dotar de mayor consistencia sociológica e
ideológica el proyecto común conservador europeo que es el
que nos ilumina, derecho tiene, conocimientos no lo sé, pero
derecho desde luego que sí.
Y para los compromisarios asistentes al Congreso Regional la
aparición de Gordillo es un “plus” de entretenimiento y un
aliciente añadido al espectáculo político-mediático. Y el
que salga vencedor lo será ya de forma definitiva,
silenciando rumorología y potenciando el sentimiento de
unidad sin fragmentaciones discordantes e incordiantes.
¿Duplicidad de alternativas? Sin problemas. Ganará el mejor.
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