La presión migratoria sobre Melilla se está incrementando
hasta alcanzar unos niveles similares a los de mayo del
pasado año, cuando la entrada de inmigrantes de origen
subsahariano por vía irregular se convirtió en algo habitual
todas las semanas. En la madrugada del martes al miércoles
se produjo una nueva llegada por vía marítima, según
comunicó durante el transcurso de la jornada de ayer la
Delegación del Gobierno a este periódico.
Según la Dirección de Comunicación de dicha institución, la
Guardia Civil detectó a las 3:43 horas una embarcación
neumática a motor, de 3,5 metros de eslora, accediendo al
puerto comercial con nueve inmigrantes subsaharianos a
bordo, todos ellos varones adultos.
Tras ser auxiliados por los agentes de la Benemérita, fueron
puestos a disposición de la Jefatura Superior de Policía,
donde se les abrió el correspondiente expediente de
repatriación, en aplicación de lo dispuesto en la Ley de
Extranjería, y posteriormente conducidos al Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
La llegada del buen tiempo está conllevando un notable
incremento del número de entradas por todas las vías
posibles. Si el pasado año, la mayor parte de las llegadas
se producían por mar, en las últimas semanas se han abortado
dos intentos de saltos a través de la valla que separa
Melilla de Marruecos y detectado a inmigrantes que
pretendían pasar a la ciudad ocultos en vehículos.
La situación ha provocado que el nivel de ocupación del CETI
sea de 625 personas, cifra por encima de su ocupación real,
que es de 480 residentes. No obstante, hay que recalcar que
la saturación del centro registraba unos índices más
elevados a principios de año, cuando había unos 875
inmigrantes viviendo en sus instalaciones.
Desde la llegada a la Delegación del Gobierno de Abdelmalik
El Barkani, su principal objetivo fue devolver el CETI a la
normalidad, por lo que apostó por agilizar los traslados a
la península. Sin embargo, el repunte en el número de
entradas, que sufrió un parón durante los de invierno,
podría echar por tierra los esfuerzos del delegado.
Para el máximo dirigente de la ONG melillense Prodein, José
Palazón, el incremento del número de entradas no supone
ninguna sorpresa, pues ya auguró hace una semana que este
aumento se produciría con la llegada del buen tiempo.
Asimismo, opinó que la “desesperación” de algunos de estos
inmigrantes, como los que intentaron saltar la valla hace
una semana, podría estar motivada por una mayor presión de
los agentes de Policía de Marruecos.
Según sus palabras, buena parte de la bolsa de subsaharianos
que existe a día de ayer en las cercanías del país vecinos
intentará acceder a la ciudad autónoma en los próximos meses
y apuntó que es bastante posible que muchos de los
inmigrantes tengan ya incluso una fecha acordada con las
mafias que trafican con seres humanos para probar suerte por
vía marítima.
Por el momento, las expectativas del máximo dirigente de
Prodein se están cumpliendo. El pasado lunes, llegó a las
costas de la ciudad un patera con 21 inmigrantes a bordo,
por lo que ya son 30 los que han entrado en Melilla esta
semana.
Sólo el tiempo dirá si se trata de un repunte aislado o si
se vuelve a producir un fenómeno similar el del 2011, cuando
las llegadas se hicieron habituales a partir del mes de
mayo, coincidiendo con la llegada del buen tiempo.
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