Verdad solo hay una. Y no depende
precisamente de los intereses políticos, porque no se le
puede poner puertas al mar y menos aún negar la evidencia de
que los policías locales están dándose de baja de esos dos
todopoderosos sindicatos que andan negociando con la Ciudad
Autónomo la desfenestración del Jefe Sorroche y su recambio
por el casi-jubilado Ángel Gómez al que UGT y CCOO sí
aceptan.
¿Llegan ya a 90 las bajas de los ex-afiliados? Quien no ha
perdido ni un militante ha sido USO, porque no promete ni se
compromete y no tiene a ningún liberado-acomodado. Se ve que
al igual que el cambio y el Gobierno están exigiendo “buenas
prácticas bancarias” ante el hartazgo de la ciudadanía por
los abusos de los bancos, llegará un momento en el que se
exijan “buenas prácticas sindicales” es decir, sindicatos
independientes de las subvenciones y los dineros públicos y
dependientes tan sólo de las cuotas de sus afiliados. Pero
hasta ese momento la clase trabajadora, que anda bastante
despistada, dependerá de los intereses creados de las dos
grandes centrales, si los trabajadores “se dejan” mangonear
por ellos.
En el caso de la Policía Local la ciudadanía está
descubriendo el peso que han tenido CCOO y UGT hasta este
preciso momento, porque cuentan las leyendas urbanas que
cuando el actual Jefe solicitó el acta de las reuniones
entre sindicatos y Administración en mesa negociadora para
determinar los horarios, ni había acta, ni mesa negociadora
ni incómodos trámites y todo estaba apañado de “aquella
manera”.
Pura exaltación de la Teoría del Caos. No extraña por lo
tanto que dos turnos completos de Tráfico hayan abandonado
los dos grandes sindicatos. Porque ellos sí están dispuestos
a cumplir estrictamente las 40 horas semanales e incluso,
por la política de austeridad entrar a trabajar 15 minutos
antes y trabajar un sábado más. Pero ¿Y el resto? ¿Es
también lo del “turno americano” una leyenda urbana?. Buen
turno. Se trabaja, por ejemplo la tarde del lunes, la mañana
del martes, la noche del martes y tres días libres y si
contamos la permisividad del “absentismo por llamada “ en la
que con una simple llamada telefónica alegando estar enfermo
y sin certificado médico se pueden faltar otros tres días,
dan ganas de opositar a la Policía Local.
¿El pecado de Sorroche? “Su falta de mano izquierda”
congelar el turno americano para que no se puedan apuntar
más, empecinarse en sacar a los policías a la calle para que
los ciudadanos “noten” una mayor presencia policial y
negarse en redondo al “aquí pongo a este, de aquí quito a
aquel” de los sindicatos y negarse aún más a “privilegios” y
a dejarse mangurrinear por los sindicalistas. En verdad que
la ciudadanía no anda muy conforme con eso de que en una
hipotética “evitación de problemas” en el seno de la Policía
Local con los ugetistas y los de comisiones, exista la
tentación de “regalar” a nuestra Policía a la izquierda
sindical. Porque para eso no hemos ganado unas elecciones
por mayoría absoluta, sino para todo lo contrario.
Y han tenido que ser los propios policías quienes den una
lección de coherencia y de rectitud a la Administración,
negándose a que los sindicalistas sigan utilizando el número
de afiliados a los que representan para hacer su santa
voluntad y pactar según sus conveniencias. ¿Llegan a 90 las
bajas? No hay que olvidar que USO tiene 50 votos y que la
“Primavera Policial” está dejando a CCOO y a USO en cuadros
porque no quieren ser representados por ellos. ¿En
representación de quienes y de cuantos se permite a partir
de ahora sentarse a negociar los sindicatos ex-mayoritarios?
¿De sus liberados?. No se lo pierdan, dicen las leyendas
urbanas que hasta en la valiente y arriesgada UIR, que es la
joya de la corona policial, ¡hay un liberado! ¿Y que hace un
liberado sindical en un grupo de intervención directa cuando
sus hombres tienen que actuar y dar la cara? ¿HUIR?.
¿Seguirá en el goloso “turno americano” el Sancta Sanctorum
de sindicalistas y afines? ¿Por qué los grandes sindicatos
no hablan de las 40 horas en el turno americano?
¿A quien o quienes no les ha interesado el rigor, la
independencia y el no casarse con nadie del Jefe Sorroche?
Mala cosa fue en su día colocar a un jurista con tres años
de oposiciones para Escuela Judicial, interrumpidas por el
cargo, para dirigir a la Policía Local. Porque los juristas
saben latín, son meticulosos y se chalan por cumplir a
rajatabla los reglamentos. Eso a los profesionales serios
les gusta y lo valoran. Los otros no. ¿Llegaremos la semana
próxima a las 100 bajas? ¡Adelante!.
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