Hay que ser un experto en la Semana Santa para narrar
cualquier vicisitud que suele ocurrir dentro de la misma.
Yo no lo soy, ni mucho menos, por lo que la crónica que
sigue será eso: una crónica de unos hechos ocurridos por
estas fechas.
Suele ser una cosa habitual, en el seno de la Casa de Ceuta
en Barcelona, la celebración de esta fiesta religiosa con
connotaciones turísticas que, por desgracia, no se pueden
organizar como son los desfiles de pasos con figuras
representativas de la Iglesia como si fuera una prolongación
de la ciudad a la que representa en Catalunya.
Sin embargo, para no ser menos que la gente ceutí, abren la
Semana Santa con el pregón, ya típico en la mayoría de las
ciudades españolas.
Este año correspondió a la socia de la Casa, Beatriz Rejano
Melgar esposa del presidente de la entidad Rafael Corral
Guerrero, ofrecer el pregón habitual con el que se da
comienzo a la grandeza religiosa y, ¿por qué no decirlo?,
turística de una Semana Santa fuertemente arraigada.
Bajo la dirección de la siempre activa y extremadamente
simpática África Martín, que presentó el acto, se ofreció un
pregón original por su conjunción con el cante de saetas por
parte de miembros del Coro Rociero perteneciente al Centro
Social y Cultural del Santo Ángel.
La pregonera puso todo su empeño en que la lectura fuera
amena y, sobre todo, muy emotiva. Consiguió arrancar
lágrimas de algunos de los asistentes entre los que se
encontraban numerosas autoridades y políticos de peso como
David Escudé (PSC), regidor presidente del Distrito de Sant
Martí; Volker Liberman (ERC) consejero del Ayuntamiento;
Margarita Planas (CiU); María Rosario Adanero y Rita Alvear
i Sobrino (CiU); Jose Mª Sala, Juan Andrés Prieto Muriel y
Pepi del Caño (PSC); Carlos Carrizo (C’s); Enrique Agustí
director de Novotel; y Sacramento López Ruiz y Rosario
Adanero (PP); Ramón Sabaté Puig (ICV-EUiA)…
No podía faltar el siempre asiduo Francesc Narváez (PSC)
acompañado por su bella esposa; Julio Ríos Gavira (FECARECAT)
y su esposa; así como los presidentes de las distintas
entidades asociativas como Luis Fernández (Casa de
Asturias); Francisca Espasa (Casa de Valencia); José Rojo
(Centro Social Santo Ángel) y de las asociaciones de vecinos
del Besós, La Palmera, Paraguay-Perú, La Pau y Eix-Prim.
A lo largo de toda la actuación del conjunto, estelar la de
Beatriz Rejano, el público rompió en varias ocasiones con
fuertes aplausos que emocionaron a todos.
Una pregonera con una voz cargada de emoción y atinado
timbre leyó pausadamente el pregón titulado “Mi Semana
Santa, recuerdos” del que destacamos: «… pues para nada me
considero experta en temas Cofrades y de Hermandades y más
aún con los pregoneros que me han precedido…», expresada con
la humildad que siempre caracteriza a la bellísima esposa
del presidente de la Casa.
Siguió con «El Señor de Ceuta, como se le llama
cariñosamente, como si de un pariente se tratara, ‘el’
Medinaceli, la que tanta gente sigue fervorosamente, con
amor, algunas con promesas, casi ni pueden caminar, otras en
total silencio y que todo el mundo lo seguirá durante su
traslado intentado coger un sitio cerca del paso…», entre
pausas de su narración daba paso al cante de saetas que
también emocionaron a los presentes y agradaron sumamente a
los representantes extranjeros asistentes al acto. Cada
intervención de Beatriz y la consiguiente participación de
los cantaores del Coro Rociero llevaron al público a
ovacionarlos largamente por cuanto la pregonera narró desde
el Domingo de Ramos hasta el Viernes Santo finalizando así:
«El Cristo de la Buena Muerte… la Dolorosa, que es puro arte
y una de las más antiguas de Ceuta…recorrido largo, bajando
por calles estrechas y ligeramente empinadas, hace que su
recogida sea de ‘madrugà’…».
Finalizaron las intervenciones con palabras de Rafael
Corral, muy emocionado y agradecido, así como la de David
Escudé, presidente del Consell Municipal, que felicitó a la
Casa, pero de sobremanera a la espléndida pregonera, Beatriz
Rejano, a quien le dio la enhorabuena de manera efusiva.
Ya quisiera colocar en éstas páginas todo el pregón, el acto
duró cerca de hora y media, pero por razones obvias eso no
es posible.
Al término del pregón, los asistentes recorrieron la sala de
exposiciones en la que destacó, y mucho, la exposición
fotográfica de temas de la Semana Santa ceutí obra de
nuestro entrañable amigo Juan Carlos Jiménez Gamero, así
como prospectos relacionados con la Semana Santa ceutí y una
reproducción del paso del Cristo.
Para finalizar tan memorable jornada se ofreció un cóctel a
todos los asistentes en el que no podía faltar las típicas
tapas caballas.
Al día siguiente, Domingo de Ramos, los treinta y dos
participantes, a la cabeza el inefable Rafa Corral, al
desplazamiento a Ceuta y salieron de la estación de Sants en
el AVE que los llevarían hasta Málaga para después, en
autocar, hasta Algeciras y de ahí en barco a nuestra lejana
y querida ciudad.
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