Sindicatos y patronal rompieron hace varias semanas la
negociación que abrieron en enero para decidir el reparto de
la bonificación a las cuotas de la Seguridad Social, un
asunto en el que ambas partes han mantenido posturas muy
distanciadas desde el principio. El Gobierno de la Ciudad
Autónoma está mediando entre las dos partes y ayer, tras
escuchar a los sindicatos, confió en que las dos partes
lleguen finalmente a un acuerdo que pueda beneficiar a todo
el mundo, ya que se trata de “una cuestión de
responsabilidad”. El presidente de la Ciudad aboga por un
acuerdo entre patronal y sindicatos
El Gobierno de la Ciudad Autónoma apuesta por un
entendimiento entre los agentes sociales y los empresarios
de cara a llegar a un acuerdo en torno a las bonificaciones
de las cuotas a la Seguridad Social.
La consejera de Administraciones Públicas, que estuvo
presente en la reunión entre Imbroda y los responsables
sindicales, Alonso Díaz y Caridad Navarro, reconoció que en
estos momentos hay “posturas diferentes” entre los agentes
sociales y los empresarios, aunque mostró su esperanza de
que la negociación y mediación puedan llegar a buen puerto
“en beneficio de todos”. “Desde el Gobierno nos vamos a
esforzar para que ese acuerdo se consiga”, aseveró la
consejera.
Según apuntó a preguntas de los periodistas, para que la
negociación tenga un final feliz “hay alguna cuestión que
habría que puntualizar”, aunque insistió en que “se puede
llegar a un acuerdo y no va a haber ningún problema”, dado
que sindicatos y empresarios están en la línea de la
responsabilidad que exige un tema como éste.
Muriel comentó que tanto Imbroda como ella misma escucharon
atentamente las propuestas de los representantes sindicales,
que serán transmitidas en los próximos días a los
empresarios, antes de que el viernes 13 de abril se celebre
una nueva reunión como la de ayer, entre el presidente de la
Ciudad Autónoma y los sindicatos.
El objetivo del Gobierno local es actuar en este tema
“siempre en aras de resolver problemas y beneficiar a los
trabajadores y empresarios, que son los últimos interesados
en este asunto”. Al término de la reunión también hicieron
su valoración los representantes de UGT y CCOO, Alonso Díaz
y Caridad Navarro, respectivamente, que destacaron la
predisposición del presidente melillense hacia la postura
que mantienen los agentes sociales, que quieren que la
bonificación se reparta en un 40 por ciento para los
trabajadores y un 60 por ciento para los empresarios porque
se trata de “un dinero que de la Seguridad Social, que es la
caja de todos”. Díaz sostuvo que esta bonificación no puede
ser beneficiosa sólo para una parte, sino que debe ser
repartida, al igual que ya se hiciera en 2004 cuando
empezaron a aplicarse al 40 por ciento para los sectores en
crisis, una medida que ahora se ha ampliado a más sectores y
se ha aumentado hasta el 50%.
El responsable ugetista señaló que el espíritu de 2004 debe
mantenerse porque si la bonificación se reparte entre
trabajadores y empresarios, la beneficiada será el conjunto
de la sociedad melillense, dado que los trabajadores podrán
percibir un incremento salarial que después lo va a gastar,
favoreciendo a los empresarios y a la recaudación
tributaria. “La sensatez tiene que imperar”, apuntó Díaz,
que lamentó que este tema se esté alargando tanto tiempo sin
llegar a ningún acuerdo que satisfaga a todas las partes.
Caridad Navarro también se sumó a las palabras de Díaz, y
fue más allá al acusar a la patronal de “deslealtad” por
pretender quedarse con todos los beneficios de una medida
que salió adelante en el Parlamento “sin pegas ni
zancadillas” de los sindicatos, los cuales pensaban que se
iba a negociar un reparto como ocurrió en 2004. La
responsable comisionista destacó que el presidente Imbroda
entendió la postura mantenida por los sindicatos porque él
fue quien impulsó esta medida en 2004 y propició que hubiera
un acuerdo que ahora pretendan que vuelva a repetirse. De
conseguirlo, los trabajadores de los sectores beneficiados
obtendrían una subida salarial equivalente a la
multiplicación de la base de cotización por 0,051.
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Díaz: “Sería muy barato crear puestos de empleo”
Díaz descartó que sea posible
crear empleo a cambio de renunciar a ese reparto de la
bonificación, ya que el ahorro que perciben las
microempresas de Melilla es de entre 80 y 120 euros, un
margen con el que es imposible” realizar nuevas
contrataciones. “Sería muy barato entonces crear puestos de
trabajo”, apuntó. La consejera puso de relieve en la reunión
que mantuvo el presidente de la Ciudad Autónoma y los
líderes sindicales Alonso Díaz y Caridad Navarro, que aún
cuando se constatan diferentes posicionamientos entre la
patronal y los agentes sociales, mantiene la esperanza de
que se solventen las diferencias y que las negociaciones y
la mediación prosperen de manera que se pueda llegar a un
acuerdo en beneficio de todos.
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