Murcia logró el título de campeón de España alevín tras
imponerse por dos a uno a Madrid, en una final muy
emocionante y táctica, en la que la defensa murciana en la
mitad del terreno de juego fue clave para que su rival no
pudiese desplegar su juego y se sintiese incómodo durante
los 30 minutos de juego.
Madrid desde el primer minuto tuvo el balón en su poder.
Murcia presionaba en la mitad del campo al jugador rival que
recibía el balón con la intención de robarlo y montar
contragolpes. Ante esta situación el conjunto madrileño se
encontró siempre incómodo y la figura de Pablito comenzó a
destacar en el equipo murciano, pues era el jugador que
habitualmente aprovechaba los errores rivales y el que
montaba los ataques de su equipo.
Madrid apenas llegó a la portería defendida por Eric y sus
jóvenes jugadores se ponían nerviosos, sin apenas poder
desplegar el juego que habían realizado en los anteriores
encuentros.
Además en el minuto 8 de la primera mitad, los murcianos se
iban a adelantar en el marcador con un tanto de Saura.
Esto permitió a Murcia seguir utilizando el mismo sistema y
con contragolpes crear ocasiones de gol.
Madrid cambió su estilo y comenzó a presionar más arriba
para intentar robar algún balón que le permitiese crear
oportunidades, pero apenas la creo en esta primera mitad.
Con uno a cero en el marcador finalizaba el primer periodo.
En la reanudación, los murcianos siguieron jugando de la
misma manera teniendo ocasiones al contragolpe, pese a que
Madrid adelantó sus líneas para intentar sorprender a los
jugadores de Huelbes.
Madrid mejoró y Samu, a los cuatro minutos de este periodo,
logró marcar tras varios rechaces.
Con uno a uno a ambos equipos le entró el miedo a perder y
cada uno intentaba utilizar sus armas para buscar el gol del
triunfo.
Pablito tuvo varias ocasiones para marcar, pero el portero
Javier estuvo atento y lo impidió.
Cuando el partido parecía ir para la prórroga, Raúl de un
fuerte disparo sorprendió al portero madrileño y anotaba el
gol que iba a significar la victoria murciana.
Al final alegría para los murcianos y decepción para unos
jóvenes madrileños que lo dieron todo durante los treinta
minutos de juego.
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