Pese a la lluviosa mañana de ayer, la Hermandad de
Medinaceli pudo realizar su Estación de Penitencia gracias a
que la tarde aguantó para que el Señor de Ceuta y su Madre,
por primera vez bajo palio, pudieran procesionar por las
calles de la ciudad. Cientos de ceutíes fueron los que no
quisieron perderse el discurrir de la Cofradía y arroparon
con su presencia a los Titulares de la Hermandad.
Ceuta despertó con la inquietante lluvia cayendo sobre sus
calles y poniendo en peligro el procesionar del Señor de
Ceuta y de su Madre, quien iba a recorrer las calles ceutíes
por primera vez bajo su nuevo techo de palio. Poco a poco el
tiempo se fue afianzando y la lluvia dio paso a una apacible
tarde de poniente que, aunque con alguna amenazante nube,
permitió a Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado
‘Medinaceli’ y María Santísima de los Dolores procesionar
por las calles de Ceuta.
A las 20.15 horas, cuando los rayos del sol comenzaban a
desaparecer para dar paso a una oscura noche quebrada por la
luminosidad de la luna, la Cruz de Guía de la Hermandad
anunciaba el inicio de la procesión.
El extenso cortejo de nazarenos que acompañó en el día de
ayer al Señor de Ceuta, iniciaba el itinerario fijado por la
junta de gobierno de la Hermandad. Minutos después, y bajo
los sones de la primera marcha de la tarde, aparecía Nuestro
Padre Jesús Cautivo y Rescatado, provocando el aplauso de
todos los presentes en los aledaños de la casa de hermandad
de la Cofradía.
Seguidamente, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús
Caído y Virgen de la Amargura continuó interpretando las
marchas procesionales elegidas para que la imagen del Señor
de Ceuta, portado con por su cuadrilla de costaleros,
avanzara y se dirigiera hasta los Jardines de la República
Argentina, uno de los puntos más llamativos donde seguir a
la Hermandad por el incomparable marco de fondo.
Por su parte, María Santísima de los Dolores no quería
perder de vista a su Hijo y por primera vez, desde que
iniciara su procesionar por Ceuta allá por el año 2009, era
portada por su cuadrilla bajo su nuevo techo de palio. Con
mimo y cariño, sin que se moviera ninguno de los doce
varales que sustentaban su nuevo techo de palio, los
costaleros fueron meciendo a la Madre del Señor de Ceuta
bajo los sones de las marchas procesionales que interpretaba
Banda de Música de la Ciudad, siguiendo los pasos de Nuestro
Padre Jesús.
Pese a ser un día laborable y aunque la noche refrescó la
temperatura, cientos de ceutíes arroparon durante su
recorrido a las imágenes de la Hermandad de Medinaceli donde
uno de los momentos que más público congregó se produjo a su
paso por la Carrera Oficial.
A este respecto, el capataz de la Hermandad, Manuel Creo,
comprobaba en cada chicotá el gran trabajo realizado por su
equipo de capataces, quienes animaban en todo momento a sus
hombres haciéndoles más liviano el glorioso sufrimiento de
llevar a sus amantísimos titulares al encuentro con la
población de Ceuta. La salida procesional llegaba a su
ecuador cuando el cortejo discurría por la calle Jáudenes
con la mirada puesta en las puertas de la Santa Iglesia
Catedral donde la Hermandad accedería para realizar su
Estación de Penitencia, la cual fue presidida por el
director espiritual y deán de la Seo Septense, el padre José
Manuel González.
Después de ese importante momento, la Venerable Hermandad de
Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús
Cautivo y Rescatado (Medinaceli) y María Santísima de los
Dolores, continuó su procesionar con tristeza por que se
llegaba al final del trabajo realizado durante todo el año y
la alegría de haber podido realizar la Estación de
Penitencia y haber llevado con orgullo, pasión, fe y
devoción a sus amantísimos Titulares.
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