Padre esa figura de sostén y
fundador del hogar, donde yo me crié, y me educaste, me
enseñaste, me llevaste por primera vez al colegio de las
Mercedes, a ver los monos al Parque de San Amaro, cuando era
pequeño y fuimos a Cádiz o a la Costa del Sol, o me
comprabas golosinas cuando de pequeño pataleaba en el kiosco
del inolvi dable Pompo en la Plaza de los Reyes, o cuando se
inauguró el mini autobús para la calle real, o los cacharros
de la feria, y en las noches de Reyes, te ponías como un
loco preparando los juguetes para cada uno con un cartelito
con su nombre, o si me ponía malito, salías de noche con
frío buscando la farmacia de guardia y como corríamos por la
calle real, para ver calentitos en casa la serie de Pinocho.
Todo eso es parte de mi vida y recuerdos de mi niñez que
perduran, y yo padre que también lo soy me doy cuenta como
mi hija me dice papa, y me ocurre con ella lo mismo que
cuando yo pequeño te miraba con mamá, como te arreglabas
para ir al trabajo, eso querido padre, también me lo hacen
mi mujer y mi hija estas anécdotas, que todavía conservarnos
en la retina, TE LO DEDICO A TI y a la firme figura del
padre, que también lo soy con orgullo.
-20 años después de este artículo, con las lagrimas saltadas
y el corazón encogido, he tenido otra hija, y me han dado un
nieto, y si los recuerdos afloran porque la vida es una
cadena…y se aclaró una angustia clavada como una espina en
el corazón.
-Cuando el pasado 19 de Marzo de 2012, mis hijas Barbara y
Natalia, me colmaban de besos y abrazos, y me regalaban los
polos y camisetas, mi nieto Jesusito, se contoneaba entre
los sillones, jugando en sus fantasías, y vieron la foto del
abuelo Shanker, y mi hija Barbara, le decía a Mindu, que es
el mote cariñoso que le decimos a mi nieto, este es el
abuelo que está en el cielo con el abuelo Pepe, el padre de
mi yerno Jesus, como por cosas del destino, había otra copia
de una foto escaneada de cuando mi padre, estaba en su
esplendor y su fortaleza.
-Y llegó al silencio de la noche, la frase de mi hija
Natalia, cuando se habían marchado ya para su casa, mi hija
Barbara , mi nieto y mi yerno, diciendo, papá… ¡ el abuelo
no se fue de viaje! Como me dijiste de chiquita… se fue al
cielo, y con el nudo en la garganta, nos miramos pensando, y
con ligero equipaje, se fue al cielo como a el le gustaba,
haciendo un viaje.
DEDICADO A TODOS LOS PADRES.
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