Si entendemos como Huelga General
aquella huelga en la que cesan todas las actividades
laborales podemos afirmar sin lugar a equivocarnos que no es
lo que sucedió en nuestra ciudad el pasado jueves día 29 de
marzo por tanto, sus promotores (CCOO, UGT, Caballas y PSOE)
fracasaron en sus pretensiones iniciales. Las cifras
ofrecidas por la Delegación del Gobierno, las
manifestaciones posteriores de sus propios organizadores y
la percepción de la ciudadanía en general durante toda la
jornada reivindicativa así lo confirman.
Los ciudadanos recordamos que la primera Huelga General
convocada en democracia protestaba contra la intentona
golpista del 23 de febrero de 1981. Cuatro años después,
CCOO convocó la primera jornada completa (24 horas) contra
la reforma de las pensiones, la primera de las cuatro
huelgas generales convocadas contra los recortes sociales
perpetrados por los gobiernos socialistas de Felipe
González. Tuvimos que esperar ocho años para presenciar la
primera de las dos jornadas de desaprobación contra las
medidas adoptadas por el primer Gobierno del Partido
Popular.
Cinco millones de desempleados más tardes, un déficit
público cercano al 9% y los recortes sociales más duros de
nuestra historia democrática protagonizaron finalmente la
única Huelga General convocada contra el segundo presidente
socialista, José Luis Rodríguez Zapatero a pesar de las
erráticas políticas ejecutadas en sus siete años de
desgobierno. Pues bien, cuando aún no han transcurrido los
primeros cien días de la toma de posesión del segundo
Ejecutivo del partido popular, las centrales sindicales
mayoritarias, formaciones progresistas de izquierda e
intelectuales “zejateros” le han convocado la primera Huelga
General.
Los ceutíes entendimos que no nos encontrábamos ante una
jornada de protesta contra la reforma laboral aprobada por
el Gobierno del Partido Popular sino ante una jornada de
rechazo contra esta formación política puesto que, las
protestas estuvieron promovidas por los dirigentes de las
dos principales formaciones políticas en la oposición,
coalición Caballas y partido socialista. De hecho, estas
formaciones políticas monopolizaron las actuaciones de los
“piquetes informativos” que recorrieron nuestras calles la
jornada matutina del 29M.
Ni puedo, ni quiero obviar hacer referencia expresa a las
manifestaciones protagonizadas por quien respondió desde el
insulto a la decisión legítima adoptada por la inmensa
mayoría de ceutíes. Un representante político y sindical que
arremetió irresponsablemente contra todos aquellos
ciudadanos que no secundamos la jornada de protesta
acusándonos de “parásitos y esquiroles”. No es un hecho
aislado puesto que, en los prolegómenos de la campaña
electoral con motivo de las últimas Elecciones Autonómicas
celebradas, catalogó a los 22.000 votantes que habían
depositado su confianza en el Partido Popular en los últimos
comicios celebrados de “racistas y fanáticos.
La lamentable situación socio económica que atraviesa un
país en el que las economías domesticas de millones de
españoles se encuentran gravemente debilitadas necesita de
la responsabilidad y el compromiso de todos los agentes
sociales; representantes sindicales, empresariales y
políticos. El momento de las reivindicaciones paso ya, ahora
es el momento de las decisiones puesto que, cinco millones y
medio de desempleados y un déficit público cercano al 9%
necesitan de una respuesta urgente. En definitiva, los
ciudadanos respondimos desde la indiferencia a la
convocatoria de Huelga General del pasado jueves por una
sencilla razón, España necesita soluciones. ¡No a la
demagogia!
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