Los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca han comenzado ya a
valorar los usos que se podría dar al centro de San
Ildefonso, que actualmente acoge a unas 40 personas, cuando
éstas sean trasladadas a la Casa Familiar de Nuestra Señora
de los Ángeles, en estos momentos en periodo de reforma.
Aunque los hermanos prevén consultar las necesidades de la
ciudadanía, la conversión del local en un comedor social
parece ser una de las salidas con más posibilidades, según
confirman.
Las obras de reforma de la Casa familiar Nuestra Señora de
los Ángeles de Cruz Blanca continúan su curso “despacio”
pero sin pausa. Mientras culmina el adecentamiento de la
segunda fase del edificio, los Hermanos Franciscanos han
empezado ya a preguntarse a qué dedicarán la Casa Familiar
de San Vicente de Paúl, anexa a la capilla de San Ildefonso
en la barriada del Príncipe. La solución podría ser
convertir la casa en comedor social, tal y afirmó ayer uno
de los hermanos de la entidad religiosa. “No vamos a dejar
sola la parroquia”, afirmó el hermano franciscano, que
apuntó al comedor como una respuesta a las necesidades de la
gente de la barriada. “La crisis nos obliga a hacer algo, y
ahora mismo no hay ningún servicio de comedor social en la
ciudad. Nosotros damos alimentos a quienes lo necesitan,
pero comedor no hay”, comenta el religioso, que afirma haber
recibido pidiendo a gente que hace poco tenía “un cochazo”.
Ayer mismo se incorporaba a Ceuta el nuevo superior
franciscano Luis Miguel Martell Puyal, quien, en los
próximos días, tratará los temas como el avance de las obras
en Nuestra Señora de los Ángeles y el uso de San Vicente de
Paúl. Actualmente, la casa familiar situada en El Príncipe
atiende a unos 40 usuarios, entre ancianos y personas
discapacitadas, mediante ocho auxiliares, dos porteros, dos
cocineros y cinco enfermeros, además de cuatro hermanos
franciscanos. Aunque se han barajado diversas opciones sobre
el uso del centro de Nuestra Señora de los Ángeles una vez
reformado, Cruz Blanca estima que lo más seguro será
trasladar allí a la totalidad de los usuarios del Príncipe,
tanto los mayores como los discapacitados o “niños”, como se
refieren a ellos familiarmente. El traslado, según afirmaron
desde Cruz Blanca, podría hacerse efectivo el próximo otoño.
Más de 600 euros en dulces
Los voluntarios de Cruz Blanca recaudaron ayer más de 600
euros a través de la venta de dulces típicos de Semana
Santa, concretamente torrijas, que pusieron a disposición de
la ciudadanía en un puesto situado en el Revellín. En menos
de cuatro horas se vendieron todas las unidades, cuya
recaudación irá destinada a las obras de Nuestra Señora de
los Ángeles.
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