Rotundo fracaso anunciado, porque
la convocatoria de la Huelga General impuesta por los
sindicatos mayoritarios ha encontrado en Ceuta la postura
inquebrantable de una ciudadanía que nada quiere saber ni de
los sindicatos mayoritarios, ni de sus cuantiosas
subvenciones, ni de sus cursos y menos aún de sus
privilegiados liberados. Nadie con la mínima sensatez parece
dispuesto a “bailarle el agua” a unos tipos para que
mantengan pese a la crisis y contra viento y marea sus
numerosos privilegios. Y no hay más.
De hecho el “sindicato-sensato” que es el siempre
independiente USO se ha negado a dar la imagen de aunarse
con las grandes centrales y han ido por libre y marcando muy
bien las distancias con los subvencionados.
Lógico que la ciudadanía haya ignorado tanto a la huelga
cómo a los huelguistas, pese a conatos de piquetes con sus
sempiternas banderolas rojas y sus abucheos en plan
tentativa de anonadar, pero a nadie anonadan porque el
personal conoce sus derechos, está informado de las leyes
que les amparan y si les molestan llaman a la Policía.
¿Problemas en otros puntos de España? Eso va según la
iracundia de los piquetes y la respuesta policial a los
mismos.
Pero a lo que no está dispuesto el Pueblo Soberano es a que
unos sindicatos que no han salido de las urnas ni han sido
legitimados por sufragios, traten de imponerse al Gobierno
de la mayoría del pueblo español. Porque viene a significar
el absurdo y el esperpento de que la voluntad soberana, para
cumplirse, tenga que “pasar” por el filtro de los sindicatos
y su cohorte de estómagos agradecidos “O negociación o
sublevación” ¿Y quienes son Cándido Méndez y Toxo, a quienes
no hemos votado, para imponernos sus santos cojones? Por
cierto, nos apetecería saber de qué viven, cuanto ganan y
donde trabajan estos dos tipos, tardando está el Gobierno en
informar a la ciudadanía de forma pormenorizada de los
sueldos de los sindicalistas, las subvenciones que reciben,
lo que ganan los liberados, los dineros de los cursos y
demás prebendas con las que los socialistas han conseguido
tenerles calladitos y mirando hacia otra parte mientras
arruinaban España.
O se reacciona contra ellos con contundencia o bien el
Gobierno de Rajoy tendrá que comparecer con la portavoz para
explicarnos que “se han hecho fuertes” y que una minoría de
trepaollas va a ejercer una especie de dictadura sobre el
Gobierno de la Nación a no ser que accedan a llenar y
rellenar sus insaciables fauces. ¿Cunto gana mensualmente
Candido Mendez? Por lógica y por vergüenza en la España del
paro y de la explotación del mileurismo, Méndez debe ser
mileurista, al igual que Toxo y aunar sus necesidades con
quienes menos tienen, los sindicatos se supone que son
“obreros” y malamente casa ese extremo con que existan
“liberados sindicales” apalancados en consejos de
administración.
Así si los clásicos de Roma clamaban lo de “¡Oh tiempos! ¡Oh
costumbres! ¿hasta donde llegará la audacia de Catilina?”
Nosotros tendremos que preguntar hasta donde llega la
caradura de los sindicatos. E insistir ante los trabajadores
para que cambien y evolucionen, desechen lo antiguo y elijan
lo nuevo y lo diferente y que conste que no barro para mi
casa pese a ser de USO por su independencia y por su new
look a la hora de defender los derechos de los currantes.
Que somos todos. Pero que no estamos dispuestos a salir a
las calles para acojonar al Gobierno y que unos cuantos
sigan liberados en puestazos mientras el resto estamos
pasando más fatigas que un lagarto detrás de una pita.
¿Por qué no comparece el Gobierno y nos explican lo que se
cuece detrás del puchero de los ERES? Hay desinformación y
ello conlleva recelo y desconfianza.
De ahí que ayer en muchos lugares, por más que se hable de
“seguimiento masivo” en otras latitudes, el personal se
levantara con el firme propósito de abrir sus
establecimientos, porque levantar una persiana cuesta mucho
dinero en impuestos y las huelgas en España y si se ama a
España tienen que ser “a la japonesa” para abrumar. Ignoro
si en Ceuta los trabajadores optaron por el modelo nipón,
pero bares, tiendas, restaurantes, quioscos, todo estaba
abierto y la gente tenía plena conciencia y disposición para
formular denuncias si eran molestados en su legítimo derecho
a seguir trabajando, habida cuenta de que la España que
madruga no son liberados sindicales. ¿Malsana envidia porque
no nos “liberes” a todos? Seguramente, porque ser liberado y
ser administrador judicial son oficios muy apetecibles. Pero
lo importante es que Ceuta trabajó y la huelga fue ignorada.
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