Jamás una Huelga General fue tan
injusta con la labor desarrollada por un Ejecutivo a lo
largo de nuestra historia democrática. Sin excepción alguna,
los ciudadanos aún recordamos los argumentos que nos
impulsaron a retirar nuestro apoyo al partido socialista en
los últimos comicios celebrados para otorgárselo al partido
popular de forma mayoritaria. Una formación política que en
menos de 100 días ha aprobado más medidas que las adoptadas
por los socialistas en sus siete años de desgobierno.
Medidas tan necesarias como la reducción de ministerios,
secretarias de Estado, subsecretarias o direcciones
generales. Aprobación en la segunda reunión del nuevo
Consejo de Ministros del primer paquete de medidas de
austeridad que reduciría el déficit público en 8.900
millones de euros. Recortes salariales para el personal de
dirección de las empresas públicas y entidades financieras
intervenidas. La aprobación de la Ley de Transparencia y
Buen Gobierno en el último Consejo de Ministros celebrados y
todas ellas, sin olvidar aquellas medidas que inciden
directamente en el bienestar de los colectivos más
vulnerables como desempleados o pensionistas.
Pues bien, a pesar de todo ello, las centrales sindicales
mayoritarias, aquellas que permanecieron en el más absoluto
de los silencios mientras el anterior Gobierno dilapidaba
los fondos públicos y nos llevaban irremisiblemente a las
peores cifras de déficit público y tasa de desempleo de la
democracia, convocan una Huelga General cuando a penas se
cumplen los primeros 100 días de la toma de posesión de un
Ejecutivo, que ha demostrado con hechos concretos su
especial sensibilidad con las problemáticas que afectan a la
ciudadanía y más concretamente, hacia quienes sufren en
mayor medida las consecuencias de las decisiones de quienes
disfrutaban del beneplácito expreso de UGT y CCOO.
La respuesta de la izquierda progresista no se ha hecho
esperar, despreciando la decisión legítima de millones de
españoles. Centrales sindicales, formaciones políticas de
izquierda y “zejateros” progresistas unidos con un único
objetivo, movilizar al mayor número de ciudadanos contra el
Gobierno elegido democráticamente el pasado mes de
noviembre. Tu decisión no puede estar en manos de quienes
nos han llevado a la peor situación socio económica de
nuestra historia democrática.
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