La sensación que parece derivarse
de la jornada electoral en Asturias y Andalucía es la de un
electorado agotado. El 50% de abstención asturiano es
escalofriante y los andaluces también han sufrido una
importante abstención. ¿Cansancio o desinterés? En el
Principado la opción “Cherines” absolutamente descafeinada
no ha podido con el ambicioso Cascos y la lista más votada
ha sido la socialista y en Andalucía, contra todo
pronóstico, el PP no alcanza la mayoría absoluta y los
comunistas de Izquierda Unida arrastran del voto de castigo
al PSOE. ¿Gobernará la lista más votada?.
Supondría perder Asturias en lugar de tener que compadrear
con Alvarez Cascos y gobernar a trancas y barrancas es una
Andalucía donde ha prevalecido la abstención de los votantes
del PP que iban “de sobrados” mientras que la izquierda
acude a votar “contra” la derecha. ¿Mi opinión? Pésima
estrategia electoral en Andalucía, cuando ya teníamos tres
meses al fiscal Torres Dulce para arremeter y comenzar a
“mover papeles” en la Junta. El problema es que si gobierna
Arenas los beneficiados por los ERES fraudulentos y los
liberados sindicales pueden muy bien ir a la huelga, por
pura frustración.
¿Y quien puede votar en la Europa del siglo XXI a alguien
como Izquierda Unida? Es algo muy difícil de explicar en
Ceuta, porque aquí los parados del ladrillo no se ven
abocados a lanzarse a las carreteras a buscar los jornales
en las campañas agrícolas. Hoy por hoy una gran parte de los
desempleados andaluces andan recogiendo la fresa en Huelva o
buscando el jornal por los caminos, quitando a los miles que
están pelándose los huevos haciendo autopistas en Rumanía y
quienes viven de los dineros duramente ganados en la
vendimia francesa. Todos ellos son caldo de cultivo de una
izquierda más radical que la socialista, algo que en Ceuta
no sucede o al menos yo no tengo noticias porque aquí los
sindicatos no les apañan a los parados ir de jornaleros a
los campos, como hacen en Andalucía ¿Es que aquí no gustan
las labores agrícolas? Allí tampoco, pero no hay más remedio
porque el hambre aprieta y los hombres no quieren vivir ni
de subsidios ni de “ayudas”.
Pero la estrategia ha sido fallida en ambas comunidades,
nada que ver con la tijera de los recortes ni de la reforma
laboral, sencillamente la candidata asturiana, aunque parece
una bella persona, no tiene ni tirón ni garra y menos aún
las conchas de un Alvarez Cascos al que Rajoy “dejó escapar”
por su excesiva prepotencia y afán de poder, pero que
resulta más peligroso enfrentado que habiéndole “colocado”
por las buenas. ¿Y Andalucía? Ahí no se ha actuado con la
diligencia debida, porque había un caudal de mierda que
ventear y exponer ante la opinión pública y se ha
desaprovechado. No hablo de retorcidas maniobras para
perjudicar al contrario sino de buen uso de los medios de
comunicación y si no tienen capacidad para litigar a nivel
PP, que al menos manden avisar a los folloneros de Manos
Limpias que no tienen miedo a lanzarse y encima carecen de
complejos, lo que es una ventaja.
Tanto en el norte como en el sur ha faltado “tirón”. Si a
nivel Elecciones Municipales y Generales el tirón lo
componían los anhelos de cambio y el aborrecimiento a los
socialistas y a sus maldades, en estas dos autonómicas la
derecha no se ha volcado, porque nos sabíamos ganadores a
nivel nacional y porque el mensaje no ha calado lo
suficiente.Con el plus del desánimo andaluz, porque llevamos
mucho tiempo leyendo denuncias de corruptelas en la Junta de
Andalucía, pero quitando a Guerrero y a su chofer que han
ingresado en prisión, el resto “ni flores”, normal con el
PSOE que lanzaba sus cortinas de humo con los montajes de
las operaciones Arcos, Ballena Blanca o Malaya para
entretener al personal y que miraran para otro lado. Pero
hay un nuevo Fiscal General sustituyendo al siniestro Conde-Pumpido
y no se ha dado ningún “palo ejemplar” y eso ofusca al
electorado, desmotiva a la gente y hace perder confianza.
Eso es lo peor: desconfiar. La gente esperaba una aparición
estelar de Torres Dulce y que comenzaran a caer los jueces
de las macrooperaciones de Rubalcaba y verles desfilar en
los telediarios. Andalucía andaba muy lastimada por las
escandaleras y tapar al Faisán con la Pantoja. Pero los
nuestros han llegado con mucha austeridad, tanta que parecen
ahorrar hasta en que se haga justicia por un lado y que se
empitone a los abusones por otro. En el PP los políticos son
de oro, siempre lo han sido, pero los asesores han sido
también siempre muy amigachos y muy “pringáos”, obtusos e
ineficaces. Pero malo por malo, que gobiernen las listas más
votadas. Que se le va a hacer.
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