Cuando aún no se me había
desaparecido el sonrojo por el reportaje realizado en la
barriada de El Príncipe Alfonso, otro sonrojo, aunque menor,
vuelve a encender mi rostro.
Este nuevo sonrojo viene, por la parte de deportista que
siempre me he considerado, en relación a la actuación del
equipo de fútbol representativo de la capital del país y de
muchos españoles.
Visioné el partido contra el Villarreal y la verdad es que
los merengues se me antojaron jugadores de regional de un
barrio marginal: gallitos de corral gitano.
La idéntica actitud de los ‘carniceros’ madridistas, Lass,
Pepe y Sergio Ramos, saltando en plan karateka para despejar
balones y jugadores, muestra a las claras el sistema de
juego del que se supone es el mejor equipo del mundo, según
los madridistas, cuando la verdad es que tal equipo no
existe. Solo hay catapultadores de balones desde su área
hasta la contraria.
Dos penaltis no pitados, una agresión del ‘Diarreas’ pasada
por alto, sendos codazos dignos de tarjetas amarillas por lo
menos… ¿quién salió perjudicado en realidad?
Bueno, dejemos el fútbol, porque si continúo hablando de
ello saldrían muchos trapos sucios en forma de palabrotas
insultantes de mucha gente. Son madridistas y de tal palo
tal astilla.
Que yo sepa, tenemos en nuestra ciudad dos medios de
comunicación por escrito, otros medios visuales y unas
cuantas emisoras, sin contar los medios de comunicación que
invaden Internet a montones.
Pues bien, la mayoría no pierde el tiempo en ensalzar las
virtudes de la ciudad, de sus políticos en el poder, de lo
guapo que salen, etc., ¿cuándo comenzarán, en serio, a
investigar y trasladar al papel del periódico las necedades
que se suceden diariamente?
No es de recibo las alegaciones que pudieran hacer sobre las
subvenciones que reciben los medios de comunicación, por
parte de las autoridades locales, como impedimento para
hacer eso.
No comprendo que siga imperando, en nuestra ciudad, la
consigna que soltó cierto presidente del parlamento español
acerca de los huevos. Creo que era “Manda huevos”, ¿o no?,
pues señores, esto es lo que falta en Ceuta: tener huevos
para emprender una reforma auténtica que no sea la laboral
(de esta ya se encargan sus superiores desde Madrid).
Si yo fuera Delegado del Gobierno, o subdelegado como
quieran, lo primero que haría sería barrer de delincuentes
la ciudad de punta a rabo, comenzando por el extremo más
cercano al país vecino.
Exigiría papeles de uno en uno y a aquellos que no los
tuvieran… de patitas en la frontera quieran o no quiera las
autoridades marroquíes porque… ¿por qué tenemos que aceptar
que las mencionadas autoridades nos metan nabos por el culo
y nosotros no?
Menos cuento con las buenas relaciones con el país vecino…
no existen en realidad, solo existen en la imaginación de
nuestros políticos que se tragan cualquier cosa.
Olvídense de la economía marroquí para la pervivencia de la
ciudad, abramos puertas al turismo peninsular y emprendamos
acciones que posibilite la recuperación integral de la
ciudad y no sigamos viviendo del cuento con las monsergas
semanasanteras que no atraen a nadie.
Si yo fuera presidente de la Ciudad, lo primero que haría,
con la ley en la mano, sería derribar todas aquellas
edificaciones levantadas sin licencia ni permisos de obras.
Así por las buenas, porque si fuera por las malas con el
“bulldotzer” barrería toda la barriada y reconstruiría una
urbanización turística con vistas a Marruecos.
Ya sé que es una utopía, un sueño burdo que algunos tacharán
de idiota o de racismo fascista… pero miren lo que pasó en
otro país cercano, en el país de un tal Sarkocy, que de
tanto hablar de democracia… acaban a tiros.
Poco a poco, y no solo Ceuta, se está convirtiendo en un
paraíso yihadista donde la captación de fondos para la Yihad
y el reclutamiento de terroristas supera con mucho a otros
asuntos.
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