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melilla - DOMINGO, 25 DE MARZO DE 2012


Ángel Riesco. melilla.

JEFE SUPERIOR DE POLICÍA
 

“En Melilla hay que hablar con ciertos barrios para que no
haya rechazo hacia la Policía”

Ángel Riesco: “No veo ningún tipo
de alarma ni de actividad terrorista.
Estamos alerta con ese tema y si
ocurriera, estaríamos preparados”
 

MELILLA
Paqui Sánchez T.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El relevo en la Jefatura Superior de Policía ha traído hasta Melilla a Ángel Riesco, un catalán con más de tres décadas de experiencia en el Cuerpo. Lleva menos de un mes en la ciudad, pero ya se ha percatado de que mejorar la fluidez de la frontera es el gran objetivo a conseguir. Todos los días sale de su despacho para estar un rato en los pasos fronterizos y analizar un problema en el que sabe que hay que estar muy encima para solucionar su deficiente funcionamiento de los últimos tiempos. Pero su otra meta es potenciar la participación ciudadana, también en los barrios reacios a la presencia policial.

Han pasado tres semanas desde su incorporación a la Jefatura Superior de Melilla. ¿La situación está mejor o peor de la que se esperaba?


- Creo que este destino no es mejor o peor, sino diferente por sus peculiaridades. El trabajo que hagamos se notará. Aquí se está trabajando y la labor que hace la Jefatura es muy buena. Habrá que matizar cosas, pero el listón está alto y hay que mantenerlo. Esta Jefatura tiene mucho prestigio en toda España.

- Sus antecesores consiguieron disminuir mucho los índices de delincuencia. ¿Los datos de 2011 seguirán siendo buenos?


- Pienso que los datos que salgan dentro de poco van a ser buenos, aunque la seguridad total no existe. La seguridad es un sentimiento. Yo me siento bien, me siento seguro, aquí se puede salir por las noches, no pasa nada… Los datos son buenos, y si hay cuatro cosas menos buenas es porque la seguridad total no existe. En todos lados hay algo.

- ¿Tienen los melillenses motivos para preocuparse respecto a grandes problemas como el terrorismo yihadista?

- Desde que sucedieron los atentados del 11-S en Estados Unidos todos los ciudadanos del mundo somos potenciales víctimas del terrorismo. Hay que trabajar contra él y prevenir mucho, pero en Melilla no veo que se den esas circunstancias. No veo ningún tipo de alarma terrorista ni de actividades de ese tipo. Lo que sí hacemos nosotros es estar alerta con ese tema y si sucediera estaríamos preparados.

- ¿Se ha marcado ya objetivos en esta nueva etapa?


- Tengo muchos, el primero la frontera. En este tema hay que hacer todo lo posible por mejorarlo. No depende sólo de nosotros, Por eso ya he hablado con responsables policiales de Marruecos y Argelia para intensificar el contacto. En nuestra parte de la frontera también hay mucho que mejorar en infraestructura física. Los policías que están allí se ganan bien el sueldo. Otro de los objetivos es luchar contra la delincuencia organizada e incidir en la prevención de los delitos normales. No todos se pueden prevenir, pero sí muchos de ellos. Prevenir significa estorbar e impedir la acción del delincuente. Informar al ciudadano de lo que le puede ocurrir si va a determinados sitios o se marcha de vacaciones sin tomar precauciones. Todos tenemos que estar preparados porque sabemos que va a suceder y hay que paliarlo en la medida de lo posible. Respecto a la pequeña delincuencia, el Ministerio del Interior quiere proponer una reforma legislativa para evitar la reincidencia que se da ahora en los hurtos. Esas faltas no pueden quedar impunes. Ahora sale gratis y eso no puede ser.

Hay que potenciar la participación ciudadana, que para mí es muy importante. No podemos reunirnos con todos los ciudadanos, pero sí con sus representantes. Si hay un problema podemos hablarlo en una mesa, evitando que se enquiste y se nos vaya de las manos. En Melilla hay que sentarse con ciertos barrios si quieren, pero habrá que ser insistente. Hablando se entiende la gente e intentar que, si hay un rechazo hacia la Policía, que no lo haya. Podemos abordar los problemas, llegar a muchos acuerdos y que se den cuenta de que somos servidores públicos del Estado. Todo el mundo tiene que darse cuenta de que tenemos una misión muy clara, que es proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades fundamentales. Todos tenemos derechos, pero también obligaciones. Hay que cumplir la Ley. Si en barrios como la Cañada hay líderes vecinales de verdad y tienen influencia sobre la gente pueden hacer mucho para cambiar las actitudes, llegar a acuerdos, acercar posturas. Hay que evitar las batallas campales que se han dado, como los apedreamientos y ataques contra los autobuses.

- ¿Cómo va a potenciar la participación ciudadana en Melilla?


- Queremos hablar con todas las asociaciones. Esta semana se ha presentado un inspector que se va a hacer cargo del área de Participación Ciudadana, que va a empezar a reunirse con las entidades con las que haya más problema. Desde esta área también queremos hacer actividades de concienciación para proteger a colectivos vulnerables, como las mujeres contra la violencia de género. Melilla también tiene cierto problema con esta lacra, como en todos los sitios. Ese tema también hay que tratarlo, hacer unas jornadas o campañas para concienciar e informar lo que hace la Policía ante estas situaciones.

Lo mismo ocurre con otros colectivos, como los mayores y los menores, a los que también hay que informar sobre los problemas de seguridad que les pueden ocurrir. A los mayores, cuando van a cobrar la pensión o las posibles estafas que pueden sufrir. A los niños y jóvenes, hablarles de la seguridad escolar y que conozcan a la Policía desde pequeños para que haya familiaridad y no nos vean como un coco. Y sobre todo, enseñarles los riesgos de Internet, las ciberamenazas. A los niños hay que enseñarles a usar Internet, que sepan que la privacidad es muy importante. Otro colectivo que hay que proteger es el turista, que en Melilla cada vez hay más. El turista es un desvalido en otro país, con un idioma diferente, y no le gusta que le roben porque no vuelve. Hay que protegerlo porque es una fuente de ingresos, pero si le pasa algo, hay que crear un servicio para atenderle directamente, como ya lo hay en Madrid, para poder facilitarle las cosas. De esa manera, se consigue que ya no vea el problema como tan grave y piense incluso en volver.

- La presión migratoria supone más trabajo para la Policía Nacional en cuanto a la labor documental. ¿Están preparados para una afluencia masiva de inmigrantes como la que se dio en 2011?

- La de papeles que hay que tramitar es enorme, y aquí la Brigada de Extranjería y Fronteras es la más potente, tiene mucha experiencia, porque esto es permanente. Hay que identificarlos, documentarlos, hacer entrevistas con sus cónsules… Eso requiere un esfuerzo, gestionar todo eso es el trabajo duro. Aquí la clave es la frontera, que es muy importante. España en realidad sólo tiene dos fronteras, que son la de Ceuta y la de Melilla. Lo demás son puestos fronterizos, pero no es como estos, que estamos codo con codo y donde se pueden dar muchas situaciones.

- ¿Cuáles son los delitos más frecuentes contra los que se trabaja en la Jefatura?

- En todos los sitios el tema patrimonial es lo que más abunda. Hurtos sobre todo, algo de menudeo de droga y violencia de género. Aquí también me ha llamado un poco la atención son las discusiones de tráfico que derivan en amenazas e insultos. Esto pasa en todos los sitios, pero me ha llamado la atención que ocurra en un sitio tan tranquilo como Melilla.

- La plantilla de la Jefatura ha crecido de forma notable en lo últimos años. ¿Es suficiente la cifra actual de efectivos?

- Los recursos siempre son escasos por definición, pero tan malo es andar escaso como tener demasiado. Yo creo que ahora la plantilla está bien, que es suficiente. Ha crecido en los últimos años en un ciclo que ya se ha cumplido y ahora viene otro diferente, porque no va a entrar tanta gente. Lo que el director general dijo es que va a haber un mantenimiento y en la Policía se van a cubrir todas las plazas que se queden vacantes por jubilación.

- ¿Se ampliará la Jefatura pronto o seguirá siendo un anhelo prácticamente inalcanzable?

- Hace unos días nos dijo el director general en una reunión que lo fundamental para la Policía es no perder la formación, la tecnología y la imagen. Ahí no se puede ceder nada. Que no hagamos ahora un edificio no es importante porque ya lo haremos dentro de unos años y mientras tanto estaremos un poco más estrechos, pero en esas tres cosas no podemos perder nada. Respecto al edificio, yo he oído que a lo mejor se podía hacer aquí un edificio integral de seguridad, y estaríamos juntos con la Policía Local. Podría ser una buena solución, en algunos sitios se ha experimentado esto y se ha conseguido ahorrar. Pero ahora con la crisis que hay no se puede hablar de hacer edificios, porque eso vale un dineral.
 

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