Sara comenzó a trabajar hace apenas dos meses en el despacho
de una familia que le ofrecía el local gratis a cambio de
que les representará pero, cuando comenzó a buscar otro
despacho, la familia no lo tomó bien y denuncia la paliza
que dos de sus miembros le pegaron a ella y su madre en
Tetuán.
Hace un par de meses, Sara se trasladó de Madrid a Tetuán.
Desde ahí venía todos los días a Ceuta para prepararse en la
escuela de prácticas jurídicas y continuar ejerciendo como
abogada. Para ello necesitaba un despacho y después de
buscarlo, una familia contactó con ella para ofrecerle el
suyo gratis a cambio de que Sara se hiciera cargo de sus
asuntos judiciales. La joven aceptó el trato, que a priori
parecía ventajoso. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta
de que se trataba de una familia conflictiva y buscó otro
despacho. Algo que no gustó al propietario del local, ni al
yerno, con el que la joven tuvo problemas en 2008.
Hace dos semanas, Sara fue a Tánger con una amiga y cuando
estaban paradas en un semáforo llegó un coche y se le cruzó
en medio, según cuenta. La joven afirma que se trataba de la
hija y el yerno de su cliente que intentaron abrir el
vehículo, sin resultado. No obstante, Sara interpuso una
denuncia en Tánger.
Al día siguiente, y tras el intento frustrado del sábado, la
joven relata cómo el matrimonio, acompañado por un tercer
individuo, la siguió a Tetuán y aprovechando que se
encontraba con el vehículo parado la sacaron a ella y su
madre del coche. Ambas fueron víctimas de una paliza en la
que no faltaron las amenazas de muerte, según cuenta Sara
que asegura seguir recibiendo llamadas de esta familia.
Testigos falsos
Aunque la joven puso una denuncia en Tetuán e incluso ha
sido recibida por el Procurador del Rey en Marruecos, tiene
pocas esperanzas de que su caso salga adelante. Asegura que
la familia ha comprado a las autoridades y además ha
presentado “testigos falsos” que afirman que la paliza se
trató de una pelea en la que Sara también agredió a la otra
parte. Esta abogada cuenta que está desamparada y que nadie
la ayuda, pero pone en la prensa su última esperanza para
librarse de esta familia. “Me han arruinado la vida”,
lamenta esta joven que sin embargo saca fuerzas para contar
su historia. “La gente de la que tengo miedo me conoce”,
dice agriamente y añade: “No se que peligro supongo para
ellos. Nunca me han reclamado nada”. En Ceuta, aunque ha
denunciado las agresiones que ha sufrido el caso se ha
archivado porque los hechos tuvieron lugar en Marruecos.
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