Si Juan Vivas en Ceuta y Mariano
Rajoy en la Nación han conseguido la confianza de la mayoría
absoluta de los españoles no es precisamente para que se
dobleguen sino para que lleven adelante unas reformas y unos
planes de sostenibilidad que s igan obteniendo el
beneplácito de la Unión Europea. Porque somos Europa y hemos
de dar la talla en Europa, por más que los sindicatos sigan
a pies juntillas las políticas de “zancadilleo
institucional” de la izquierda. Pasa que lo que no son
capaces de ganar en las urnas tratan de lograrlo enarbolando
pancartas y se les conoce hasta metidos dentro de una
talega, porque sus estrategias son tan burdas cómo
previsibles.
Desde el plano del análisis es más interesante centrarse en
el crédito ICO y liquidar las cuentas con los abnegados
proveedores, pymes, autónomos y demás, para insuflar buenos
dineros a las empresas y que haya liquidez circulando, que
echarles cuentas a unos sindicatos subvencionados con
quienes no se llegará a ningún acuerdo hasta después del 29
M. Natural. Si se llega a un acuerdo los funcionarios
estarán satisfechos y ni en la peor de las pesadillas se les
ocurriría ir a perder el tiempo el próximo 29 con la huelga
general y entonces concurriría aún menos público y la
izquierda andaría como puta por rastrojos, quedando en una
postura bastante desairada.
Parece mentira, parece mentira que los funcionarios y los
empleados de las empresas públicas, tocados por la mano de
Dios en estos momentos de amargura para millones de
desempleados que darían la misma vida por tener un puesto
fijo, parece mentira y resulta mezquino y deleznable que den
la sensación de estar luchando con uñas y dientes por
defender, no sus empleos, que son inamovibles y la palabra
le va en ello al Presidente, sino sus privilegios, sus horas
extra, su “gasolinilla”, cuando a 11.600.000 pobres
españoles les está faltando el mismo pan.
La palabra del millón es “inamovible”. Los puestos de
trabajo están garantizados cuando en otros lugares están
despidiendo a gente. Aquí no se discuten empleos sino
dineros puros y duros. ¡Ni déficit ni hostias! ¿Y que se
aprieten los cinturones los catalanes y los madrileños que
ni nos van ni nos vienen?
Pues resulta que aquí o nos va a todos o no nos va a ir a
ninguno. Por favor, coherencia y no ser cobayas del
laboratorio. ¿Qué dicen ahora? ¿Que van a echar mano de sus
gabinetes jurídicos y acudir a los Tribunales? ¡Pues ya
están tardando! Pero tendrán que ir a la Audiencia Nacional
o a Estrasburgo porque, como la culpa de los recortes de
Ceuta la tiene la política de Mariano Rajoy y la culpa de la
política de Rajoy la tienen los socios europeos tendrán que
demandar a la UE en su conjunto cómo responsables directos
de que se vayan a recortar las jornadas partidas y las horas
extras de los de Ceuta. ¡Madre mía del Amor Hermoso lo que
les va a entrar por el cuerpo a Merkel y a Sarkozy cuando
aparezcan los abogados de Comisiones y de UGT y del otro en
danza a demandarles! Digo yo si repercutirá el tema en el
euro. ¡Tiembla UE que llegan los sindicatos de Ceuta!
¿Y cuál será la postura del Banco Central Europeo y del
Fondo Monetario Internacional? Me temo que igualmente
inamovible porque el diseño de las medidas económicas de
reducción del déficit público que nos legaron los
socialistas está para que se cumpla. ¿O es que quieren ERES
a la andaluza?
¿Desconcierto sindical que les lleva a negarse a negociar
con sensatez cuando la oferta del Gobierno es más que
generosa? Siguen directrices impuestas y esto va a acabar
siendo una huida hacia adelante. Inamovible es cómo se le
pide al Presidente electo que se mantenga y nada de dar
árnica, el Gobierno a liquidar con los proveedores y a
estrujar el crédito para que el dinero circule, que voy que
vengo, porque a los que hoy adeuda la Administración, ayer
estuvieron y dieron la talla y cómo es de ser bien nacidos
el ser agradecidos y “el que paga descansa” mejor sería
emplearse y empeñarse en poner las cuentas al día y dejar
que las centrales sindicales se den un hervor hasta el
fiasco de la huelga general del 29M con el añadido de que el
Ministerio del Interior, el Delegado de Gobierno en Ceuta y
la Fiscalía, más la Policía, tienen que garantizar el
derecho constitucional del español que quiera libremente
trabajar, lo haga sin ser víctima de presiones ni de
coacciones.
Lo que se tendrán que “mover” son los salarios y que no nos
vengan con “los altos cargos” porque a esos se les ha dado
un buen tijeretazo y lo que te rondaré, morena. Y ellos no
han amenazado con ir en busca del gabinete jurídico para
acudir a los Tribunales cómo amenazan los sindicatos. ¿Y
saben idiomas los laboralistas sindicales para litigar en
Europa? Me parece que no. Más bien no.
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